Luego de la enésima balacera en Rosario, se rumoreaba la salida del ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi, del gabinete de Omar Perotti, seis meses después de haber reemplazado a Jorge Lagna, también abrumado por una gestión que no supo ni pudo contrarrestar la violencia urbana y el accionar del crimen organizado en este departamento. 

Pero el ministro –que no suele hablar con la prensa– llamó este mediodía de miércoles a conferencia en la sede local de Gobernación, adonde se reunió con numerosos oficiales de la cúpula policial santafesina. Allí se ratificó en el cargo, inmune al malhumor ciudadano, acrecentado en las últimas horas por el tiroteo al centro de salud del barrio Acindar, en la sede del Distrito Sudoeste, con mensaje mafioso incluido. 

—¿No hay autocrítica para hacer? ¿Está todo bien lo hizo en estos seis meses de gestión? -preguntó RosarioPlus, al tercer intento.

—Por supuesto que sí. Está muy encaminado el sistema de trabajo con la policía-respondió el ministro de Seguridad, con énfasis y mirada firme.

Rimoldi dijo y recalcó que la gestión va “por buen camino” y sorprendió cuando al referirse al asesinato del músico Lorenzo “Jimi” Altamirano, ejecutado frente al estadio de Newell's, dijo: “Esta metodología se utilizó en Colombia en otros momentos, la de raptar una persona para enviar un mensaje, se llama sobre”. 

Aún así, Rimoldi declamó con optimismo, a prueba de balas, a pesar de la enumeración de balaceras y crímenes recientes que le refrescaron los periodistas. "El balance es positivo, porque estamos trabajando a pedido del gobernador Perotti para pacificar Rosario. Para pacificar debemos desarmar, y para desarmar, debemos allanar. Esto está dando sus frutos porque lo vemos en los números, el secuestro de armas se incremento y eso se va a notar”, arrancó el funcionario, ex jefe policial.

Rimoldi puntualizó que con el jefe de la Unidad Regional II, Natalio Marciani, dispusieron la realización de un sumario administrativo sobre los policías que este miércoles de madrugada debían estar de custodia frente al Centro de Distrito Sudoeste, en Francia al 4400, y no estaban cuando alguien disparó 5 balazos contra las ventanas. 

Le preguntaron sobre la impunidad del pistolero que baleó el martes la comisaría 32ª, barrio Godoy, en bicicleta y no fue perseguido ni atrapado. “La bicicleta salió de la villa y volvió a ingresar a la villa. La policía ingresó pero no se puede con móviles, solo una persona a pie”, fue su respuesta. 

El mensaje mafioso que apareció en el Centro de Distrito Sudoeste, luego de que alguien arreciara balazos contra el centro de salud Santa Teresita. (foto RosarioPlus)
El mensaje mafioso que apareció en el Centro de Distrito Sudoeste, luego de que alguien arreciara balazos contra el centro de salud Santa Teresita. (foto RosarioPlus)

El ministro atribuyó la frecuencia de asonadas mafiosas y sus mensajes al supuesto asedio policial. “Me parece que estamos molestando a las mafias, que de esta manera nos demuestran que es un gran trabajo el que hace la policía en este momento.”.

Consultado acerca de su continuidad en el cargo, Rimoldi ni se ocupó de refutar. Sí dijo lamentar “muchísimo lo que ocurre, la tragedia de muertes relacionadas con la violencia. Necesitamos trabajar, prevenir y ese es el camino para pacificar Rosario", reiteró.

En cambio, negó la hipótesis que arrojan desde la oposición, acerca de cierta indolencia del Ejecutivo para con la seguridad pública en Rosario. “El gobernador Perotti destacó 700 de los nuevos policías al patrullaje permanente de la ciudad. Sí aclaro que en cuanto a los chalecos de protección balística, cada empleado en la calle cuenta con el suyo”.

Al intendente Javkin, que lo conminó a que “venga a vivir a Rosario”, el ministro, de origen casildense, le respondió: “Yo estoy viviendo en Rosario, viajo a Santa Fe pero vuelvo permanentemente a Rosario”.

El titular de Seguridad se excusó acerca de la proliferación de armas en poder de la ciudadanía. “No podemos saber de donde llegan las armas. Pertenecen a delitos cometidos en la ciudad, robos en casas de familia, armas que pertenecieron a la fuerza, pero el otro día secuestramos 18 armas con las que se iban a cometer delitos. El trabajo es arduo, de 24 horas”, dijo y concluyó: “La ciudad no está liberada, de ninguna manera”.