Un suboficial de la policía acusado de matar al joven de 26 años que discutía con su padre fue imputado con prisión preventiva por 90 días. El efectivo policial llegó al lugar tras un pedido de auxilio de la madre del joven. Este martes en la audiencia imputativa se lo acusó de matar de un disparo en la cabeza al joven albañil cuando intervino en el hecho. 

El fiscal de la ciudad de Rosario, Adrián Spelta, que investiga el asesinato del albañil Nicolás Cano (26) ocurrido el último domingo, imputó este martes por ese homicidio al suboficial José Alberto A. (24). Spelta planteó el agravante del asesinato por el uso de arma de fuego, que según la investigación era una metralleta FMK-3 provista por la propia fuerza de seguridad.

El crimen de Cano se produjo el domingo pasado cuando la policía intervino tras un llamado a la central 911 que alertó por una discusión entre un hombre y su hijo, en una vivienda de Campbell y Juan José Pasó.

De acuerdo con la investigación, el ahora imputado llegó junto a otros refuerzos e intervino en la discusión, que según el fiscal Spelta estaba a punto de desembocar en “golpes de puño” entre padre e hijo. 

En la audiencia imputativa llevada adelante en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el fiscal indicó que el policía José Alberto A. separó a Nicolás Cano de su padre, y luego apuntó contra el joven con un subfusil FMK-3. Finalmente, de acuerdo al fiscal, le disparó y le dio un tiro en el cráneo. Cano fue trasladado por su propio padre hasta un centro de salud, en el que falleció el mismo domingo alrededor de las 19.

El padre de la víctima y otros vecinos señalaron que ambos parientes, que son albañiles, estaban discutiendo por cuestiones intrafamiliares y que fue la madre del joven quien habría llamado al 911.

Asimismo, acusaron al policía de haber disparado sin mediar palabra y de escapar a bordo del móvil policial en el que había llegado junto a otro efectivo que conducía y que no quedó ligado al caso.

Un humilde arrabal de Empalme Graneros, la escena de lo que aparenta ser un caso de gatillo fácil.
Un humilde arrabal de Empalme Graneros, la escena de lo que aparenta ser un caso de gatillo fácil.

La hermana del joven asesinado afirmó a este medio: “Mi mamá llamó porque quería ayuda para que agarraran a mi papá, porque él tiene una orden de restricción. Uno llama para pedir ayuda, no para que mate a una persona. Ni mi papá ni mi hermano estaban armados, estaban parados. Y el policía vino y lo mató en el acto”.

En este mismo sentido detalló que "estaban discutiendo, como pasa en toda familia. “Nicolás estaba en bermudas, descalzo y en cuero, sin nada en la mano. Ninguno de los dos tenía algo en la mano ni se hicieron los retobados”.

La jueza de la audiencia, Silvana Lamas, formalizó la imputación del fiscal y dictó la prisión preventiva del joven policía por 90 días, agregaron los informantes.