El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, despegó el asesinato del taxista Héctor Figueroa de la publicación en redes sociales que su Ministerio hizo el martes sobre sanciones a presos de alto perfil “a lo Bukele”. Y en cambio, adjudicó responsabilidad a la víctima de su propio homicidio por no haber transitado por el corredor seguro, estipulado en el protocolo acordado con el gremio de peones y propietarios de taxis y la cartera de Seguridad.

El funcionario provincial afirmó que “no hubo mensaje o nota mafiosa” en la escena del crimen, como para deducir así que el asesinato salvaje no fue una represalia o réplica del hampa tendiente a infundir temor social dirigido al gobierno.

En conferencia de prensa, Cococcioni negó las interpretaciones de los taxistas acerca de las fotos publicadas por el Ministerio en Instagram en la víspera, como disparador de un crimen con una víctima al voleo. Y observó que el taxista llegó hasta el lugar donde lo mataron “pasando a diez cuadras del corredor seguro acordado”. Solo se limitó a aceptar que “si hay que relocalizarlo, estamos dispuesto a hacerlo. No es que no había patrullaje”, se defendió.

“No hay nada que lo vincule (al crimen) con la foto (de presos sometidos a sanción). No dejaron ninguna nota. Si ellos (los taxistas) tienen información, imagino que la aportarán a la Justicia”, deslindó.

Por otra parte, asumió el ministro que el asesinato no tuvo al robo común como el móvil. Junto al cuerpo, acribillado con 8 disparos, había un morral con dos billeteras con dinero, y el teléfono celular de la víctima.

Cococcioni adelantó que recibirán a las partes involucradas y a los deudos del taxista. "Si es necesario, reevaluaremos las medidas de seguridad. Los controles van a ser más severos, porque de ninguna manera vamos a permitir que se nos tuerzan el brazo con amenazas", dijo.