Un taxista murió asesinado este martes a la noche en el barrio Tiro Suizo con al menos 8 disparos, y renovó la conmoción pública de otro homicidio más en la ciudad de Rosario, por fuera del comentario de funcionarios que se ufanan de un descenso en la estadística. Es que, de fondo, se sospecha que el homicidio puede estar originado en una represalia encargada desde ámbitos carcelarios como mensaje dirigido al Ejecutivo provincial.

Como consecuencia del crimen, el Sindicato de Peones de Taxis y la cámara de propietarios, Catiltar, suspendió el servicio y esta mañana de miércoles discutirá en asamblea cómo seguirá.

El chofer se llamaba Héctor Raúl Figueroa, 40 años, y era un titular reciente de la licencia. Apareció en el habitáculo de su taxi Fiat Cronos, muerto de dos tiros en la cabeza y otros seis en el torso, en la esquina de Flammarion y Lamadrid, un rincón empobrecido del barrio Tiro Suizo, cerca de la vía del ferrocarril. Pero en derredor la policía recogió una decena de casquillos de bala, junto a varios impactos en la carrocería del coche. 

El fiscal Patricio Saldutti investiga las circunstancias, y si la víctima llegó hasta ese lugar con un pasajero o no. No se informó aún la dinámica del acto criminal, ni si el disparo mortal provino desde el interior del vehículo o desde afuera.

Sí trascendió que dentro del taxi se encontró dinero y el teléfono móvil del taxista asesinado. Por lo tanto, el robo como móvil del crimen estaría descartado, dijeron fuentes del caso.

El crimen ocurrió horas después de que el Ministerio de Seguridad de la provincia publicara en redes sociales fotografías de presos bajo sanción en la cárcel de Piñero, con un mensaje aleccionador hacia los detenidos considerados “de alto perfil”. “A lo Bukele”, fue el remate del posteo, y el gobernador Maximiliano Pullaro y su ministro Pablo Cococcioni republicaron el mensaje.