Son las 5 de la madrugada de Navidad. Ya amaneció y en Las Flores algunas familias todavía celebran en la vereda. Hace un par de horas se fugó un detenido de la sede de la División Antinarcóticos de la AIC. Es Maximiliano Fabián Pioli, al que habían apresado el 23 de diciembre con drogas en un control de rutina del Comando Radioléctrico, que anoche logró escaparse con apoyo del policía que custodiaba su celda. Tiene domicilio fijado en este rincón del barrio Las Flores. ¿Ya está guardado en su casa y llegó a brindar con su gente? Es por ahora una pregunta sin respuesta, porque sigue prófugo de la Justicia. Lo que sí sabemos es que una camioneta del 911 llega al barrio y está circulando a muy baja velocidad con las luces azules encendidas, sin la sirena. Adentro van tres agentes, que cuando escuchan el primer disparo intentan agacharse. Uno de ellos se asoma e intenta repeler el ataque, pero del otro lado salen más tiros. Hay varias personas en la escena, pero dos son los que atacan de forma inesperada: con ametralladora y en ráfaga, apuntan y disparan 55 veces contra la VW Amarok.

Uno de los disparos da en la computadora de a bordo y destroza la dirección del vehículo, que choca contra un árbol y queda en una zanja, por el Pasaje 507. Los tres policías ahora sí entienden que están en territorio enemigo: es que por acá vive ese evadido al que andaban buscando, pero a pocos metros también está la casa de la madre de "Guille" Cantero. Un dato que tendrán recién más tarde. Ahora todo lo que saben es que están agazapados en el piso de la camioneta, adivinando dónde darán los impactos de bala.

Algunos proyectiles entraron al habitáculo. Adentro, los policías tuvieron que agazaparse para no ser ametrallados. (foto RosarioPlus)
Algunos proyectiles entraron al habitáculo. Adentro, los policías tuvieron que agazaparse para no ser ametrallados. (foto RosarioPlus)

Cuando escuchan que la ráfaga de ametralladora cesa, se bajan de la Amarok azul y se esconden atrás de un árbol. Desde ahí divisan a los dos pibes que les habían disparado, metiéndose por un pasillo. Habían intentado alguna resistencia, pero ya habían visto que también había gente en la vereda brindando por Navidad.

Ya dieron aviso a la Central del 911 pasando una "Clave 5", la de máxima urgencia. Acá cerca, había otro móvil policial que había encontrado un rato antes un auto Fiat que había sido robado en Gaboto al 1800. Pero en minutos van a llegar muchos más, van a ser decenas de uniformados en Las Flores. Que bloquearán accesos al barrio y harán una razzia por los pasillos, para dar con los atacantes. Inclusive en esta calle 507 estará el Subjefe de la Policía, Marcelo Mendoza, que no es habitual que encabece operativos de urgencia en el territorio. Pero la inédita dimensión del ataque a sus camaradas lo amerita. 

El testimonio de los policías

"Había gente afuera, era un día de fiesta, niños jugando, vi un grupo de personas, de hombres, no me pareció sospechoso, y cuando pasamos frente de ellos mostraron armas y dispararon, mi primer instinto fue pensar en cubrirme, mi compañero de atrás pidió apoyo, la camioneta a 150 metros se detiene, yo escuchaba detonaciones, yo escuchaba los impactos de las balas que golpeaban el móvil", relató uno de los oficiales de la Amarok baleada, según consta en el acta de la audiencia imputativa.

"Se aprecia un arma larga, comienzan a efectuar detonaciones hacia el personal de una manera voraz y sin detenerse, por lo que a fin resguardar nuestra integridad procedemos a reducir la silueta dentro del móvil, continuando la marcha sin detenernos", describirá otro de los integrantes de la comitiva policial que fue atacada.

El policía que manejaba, contó cómo debieron esconderse de la ráfaga de tiros: "Yo iba conduciendo la unidad. Uno de los disparos me bloquea la dirección y la computadora del móvil con lo que no aceleraba y no doblaba y le informo a mis compañeros 'Estoy sin dirección'. Reducimos silueta lo más que pudimos hacia abajo, buscando siempre alguna cobertura". 

Las detenciones y la palabra del fiscal 

"Los que llegaron se desplegaron por todo el barrio y se metieron en los pasillos por donde habían visto escapar a los dos atacantes.  Habrán sido ya las 6 de la mañana del sábado de Navidad. Yo había terminado mi horario de guardia en la Fiscalía, pero me mantuve en el tema porque se trataba de una causa importante. Pocas horas antes, había estado personalmente en la sede de Antinarcóticos en San Luis al 3200, por la denuncia del evadido", le dice a RosarioPlus el fiscal David Carizza. 

Él es quien estuvo a cargo de la doble investigación, primero en el edificio en el que funcionó la Comisaría 6ta, convertida hace tiempo en sede de la AIC. Como la causa era por drogas, el detenido Maximiliano Pioli había sido ubicado en ese lugar hasta la hora de declarar ante el juez federal Marcelo Bailaque, al que debía ver el lunes 27. Pero en plena Nochebuena se escapó de su celda sin que las cámaras lo registren. Y hasta ese lugar llegó el fiscal Carizza a las 3 de la mañana, para tomar las primeras medidas investigativas. Unas horas después, Carizza recibió el dato del ataque con ametralladoras al móvil policial.

La razzia policial en la mañana navideña en territorio de los Cantero consiguió detener a cuatro jóvenes: los dos que los policías de la camioneta ametrallada reconocieron como sus atacantes y dos más que intentaron impedir que se lleven a sus amigos. Uno de los identificados como tirador dio positivo en dermotest. "El análisis del segundo dio negativo, pero puede ser por varias causas. Nunca es cien por cien confiable este análisis como prueba, porque además se hizo siete horas después. Y la persona puede haberse lavado las manos antes. Lo que no se logró encontrar fueron las armas usadas para la balacera. Por la tarde ese mismo sábado, hicimos nueve allanamientos en ese mismo lugar en busca de las ametralladoras, pero tampoco aparecieron. Se secuestraron drogas y algunos teléfonos", le explica Carizza a RosarioPlus

Uno de los allanamientos en el mismo lugar del ataque, pero en la tarde del 25 de diciembre. Se buscaron las ametralladoras, pero no se encontraron.
Uno de los allanamientos en el mismo lugar del ataque, pero en la tarde del 25 de diciembre. Se buscaron las ametralladoras, pero no se encontraron.

Este jueves 29 de diciembre, en la sede del Centro de Justicia Penal, hubo una audiencia imputativa con el juez de Primera Instancia Héctor Nuñez Cartelle. Se acusó a los cuatro hombres que habían sido detenidos en la madrugada de Navidad. A Luis D. (40 años) y Uriel S. (22), imputados por atacar con ametralladora, se les dictó prisión preventiva por el plazo de ley, tras imputárseles tentativa de homicidio calificado por los 55 disparos a la camioneta policial. "Ya de por sí, fue un milagro que no muera o salga herido ninguno de los tres agentes que estaba en la Amarok. Pero además, si lograban repeler el ataque con más fuerza, podría haber sido una masacre. Había mucha gente en la vereda a esa hora", dice finalmente el fiscal David Carizza.

Los otros dos jóvenes que habían sido apresados, Martín R. (30) y Alejandro A. (21), quedaron en libertad y deberán presentarse ante la Oficina de Gestión Judicial una vez por semana, durante tres meses. Mientras tanto, el evadido que se había escapado de la División Antinarcóticos de la AIC, sigue prófugo. El juez federal Marcelo Bailaque fue consultado para esta nota. Y aseguró no tener más información sobre el implicado, que debía declarar ante su Juzgado el 27 de diciembre. ¿Festejará Maximiliano Pioli este fin de año en su casa, allí donde se dio el ataque con ametralladoras y juegan de locales los Cantero? Es otra pregunta sin respuesta.