La Municipalidad continúa su guerra contra las motos e intensificó los controles en la vía pública, en el marco de acciones para “promover seguridad y convivencia” en la ciudad. En ese sentido, durante esta última semana realizaron unas 900 intervenciones, con el resultado de unas 189 remisiones, 8 detenciones y la clausura de un desarmadero. Al mismo tiempo, indicaron que, desde que reforzaron los controles, se concretaron unas 500 remisiones de motocicletas.

Los operativos de control son realizados de manera conjunta por personal municipal y la Unidad Regional II de Policía, con la participación de fuerzas como las Tropas de Operaciones Especiales. Desde fines de agosto, el municipio ya encaró más de 3500 controles en los que se remitieron 500 motocicletas en situación irregular ya sea por documentación o elementos de seguridad. Sobre algunas de las mismas pesaba un pedido de captura.

Para la Municipalidad, los controles son fundamentales para la prevención del delito. Durante esta última semana, se realizaron 900 procedimientos con el resultado de 50 autos y 139 motos trasladados al corralón municipal. Además, se logró detener en los últimos días a 8 personas. El miércoles pasado, la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana realizó procedimientos vespertinos de prevención y control vehicular en inmediaciones de Nechochea y Pasco y Francia y Sabattini.

Según precisaron fuentes oficiales, en inmediaciones de Necochea y Pasco mientras se desarrollaban controles en el tránsito, la policía detuvo a 4 conductores que intentaron fugarse y que carecían de los documentos reglamentarios para circular. Otras 3 personas fueron detenidas en un operativo dispuesto en Mendoza y Paraná donde también fue remitida una moto con pedido de secuestro. Su conductora fue una de las personas detenidas y trasladadas a la Seccional 14.

Por otro lado, en una acción conjunta entre municipio, la Policía santafesina y el Ministerio de Seguridad, se realizó un allanamiento en una chatarrería del Pasaje Tobas al 3600, en el Distrito Noroeste, donde se detectaron 73 chapas patentes que se encontraban en el lugar, al menos una de ellas con pedido de secuestro desde 2004. Además, se retiraron del local una gran cantidad de autopartes de origen desconocido para su posterior peritaje.

Dicho establecimiento era custodiado por Eduardo A, sobre el que pesaba una orden de arresto domiciliario en su contra y que, por no poder acreditar el origen lícito del material secuestrado quedó detenido. Además, la Dirección de Control Urbano realizó la correspondiente liberación del espacio público en la acera que la chatarrería invadía con sus elementos dispuestos para la venta.