Aquel atentado a balazos contra un abogado en una estación de servicios, hace tres años, que estremeció a la ciudad, sumó este lunes una nueva persona involucrada en la trama homicida que falló.

El fiscal Alejandro Ferlazzo imputó a Nadia Sosa por el intento de asesinato perpetrado el 12 de marzo de 2021, contra el penalista Ariel González Zeballos, entonces de 52 años. El fiscal la considera parte fundamental en la organización el intento de homicidio, cuyos autores materiales fueron dos sicarios: un hermano de Nadia –asesinado meses después de este caso– y un ex novio.

La jueza María Trinidad Chiabrera convalidó el pedido de imputación y dictó prisión preventiva contra Nadia S. en una audiencia celebrada este lunes en el Centro de Justicia Penal. 

El ataque sucedió a las 20 de aquel sábado, en el estacionamiento de la Axion situada en Baigorria y Boedo, frente al Club El Torito.

Nadia S. fue quien llamó a González Zeballos e insistió en citarlo en el bar de esa estación de servicios, con el argumento de contratarlo para una defensa penal urgente. A la vez, el fiscal la acusa de haberles provisto a los sicarios el arma con la que le dispararon al blanco. Y luego, en el momento de la cita, ella volvió a llamarlo al abogado para identificarlo delante de quienes iban a ejecutarlo a tiros.

Los pistoleros llegaron en moto y no le dieron tiempo ni a bajar a González Zeballos de su Mercedes Benz negro. Le acertaron 6 balazos entre el abdomen y las piernas. El abogado resultó herido de gravedad pero sobrevivió finalmente. Según Ferlazzo, Nadia S. permaneció en la estación de servicios para cerciorarse de que González Zeballos había muerto, cosa que no ocurrió. Pero para entonces, los sicarios ya se habían marchado lejos del lugar.

Hasta ahora no quedó en claro el motivo real para atentar contra la vida del abogado penalista.

González Zeballos, padre del fiscal Ramiro González Raggio, había cobrado notoriedad en 2009, cuando fue detenido y acusado de participar del círculo de lavado de activos de su cliente más famoso, Mario  Segovia, el rey de la efedrina. Luego, también pasó por la luz mediática años más tarde, cuando el 19 de abril de 2018 otro de sus clientes, Ezequiel Fernández, fue ejecutado a tiros en Granadero Baigorria, adentro de un auto, y junto a otros dos socios en el delito, su hermano José Fernández, y Gerardo Abregú. Estaban señalados como sicarios de Ariel “Guille” Cantero, jefe de Los Monos. 

Por estos días transcurre el juicio contra Nicolás Lezcano, ex pareja de Nadia y uno de los dos hombres que atentaron contra el abogado. Fue en estas audiencias que trascendieron datos que incriminaron a la mujer como partícipe esencial en el ataque. Lezcano enfrenta un pedido de prisión perpetua por dos asesinatos al frente de esta asociación ilícita que dirigía junto con Fino Sosa. 

El abogado defensor de Nadia intentó quitarle legitimidad a las declaraciones por haber sido realizadas por personas vinculadas a la causa y con una relación sentimental de por medio. Sin embargo la jueza hizo lugar a la solicitud del fiscal, quien además sustentó su imputación en videos e informes telefónicos que dan cuenta del lugar en el que se encontraba la acusada al momento de los hechos.

En cuanto al otro sicario, Pablo “Fino” Sosa, era hermano de Nadia y la policía lo buscaba en las semanas siguientes como uno de los autores del ataque contra González Zeballos. Llegó a fugarse cubriendo su retirada a balazo limpio cuando una brigada fue a detenerlo en Granadero Baigorria. Finalmente, lo mataron a balazos en agosto de ese año, en Flammarión y Lamadrid, barrio Tiro  Suizo. Sosa estaba allegado a una célula satélite del clan Los Monos.