Se presentaron dos graves denuncias por torturas de parte de efectivos policiales de la provincia de Santa Fe contra reclusos de la cárcel de Piñero. Los hechos habrían ocurrido los días 20 y 27 de febrero en el pabellón 23, y el 2 de marzo -después de un ataque en la Circunvalación de Rosario a un colectivo que llevaban efectivos del Servicio Penitenciario- en los pabellones 7 y 8.

Las denuncias fueron presentadas desde el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) de Santa Fe ante La primera, con fechas del 7 de marzo pasado, refiere las requisas con extrema violencia que tuvieron lugar en el pabellón 23 los días 20 y 27 de febrero. 

Las requisas realizadas con suma violencia implicaron golpes, picanas, pisotones, asfixias, abusos sexuales referidos como manoseos y “calzón chino”, entre otros ataques. Quienes participaron de las torturas fueron efectivos de GOEP, requisa, División de traslados y GTC. Además, según los denunciantes, también la enfermera de la cárcel participó de las torturas. 

Al momento de la entrevista con personal del Ministerio Público de la Acusación los médicos constataron lesiones agudas, esquimosis, hematomas, fracturas, infecciones y excoriaciones. También refirieron que muchos reclusos no pueden salir de sus celdas por el dañó psicológico que las vejaciones les han causado.

La segunda denuncia, detalla los tormentos que se produjeron el 2 de marzo a quienes estaban en los pabellones 7 y 8. Nuevamente, picana, submarino seco, golpes en diferentes partes del cuerpo. Además de los tratos crueles, inhumanos y degradantes, varios detenidos “reportaron casos de sustracción y destrucción de elementos personales”, como cadenas de oro y zapatillas.

En esta denuncia se detalla también que el director de Piñero, al que refieren como una persona colorada con un uniforme con estrellas en los hombros, observaba la situación tras las rejas y se reía con una de las cadenas robadas en sus manos. 

El 11 de marzo pudieron ser entrevistados por los representantes de la defensa pública, y manifestaron que todos sufrieron las vejaciones, aunque algunos se abstuvieron de relatarlo, por temor a represalias. Recién ese mismo día los pudo revisar el médico forense Lucas Kuverling quien constató las lesiones.

Las denuncias penales fueron presentadas ante la Unidad Fiscal de Violencia Institucional del Ministerio Público de la Acusación de la provincia, y hasta ahora no se ha realizado ninguna audiencia, ni ordenado las medidas de prueba solicitadas por la Defensa. El mismo organismo presentó un hábeas corpus colectivo en relación a los pabellones 7 y 8, ya que habían sido encerrados sin notificar al SPPDP, que luego se extendió a todos los pabellones cerrados y requisados. En esta presentación, el miércoles, a las 15, se realizará una audiencia. Desde el SPPDP pidieron que participe de esa audiencia el comité nacional contra la tortura. La provincia de Santa Fe no cuenta con un organismo de prevención de estas prácticas crueles, inhumanas y degradantes.

Este lunes por la tarde, un comunicado oficial del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal confirmó las denuncias "por delitos de torturas, vejaciones y hurto agravado, contra internos de los pabellones 7, 8, y 23, de la Unidad Penitenciaria Nº11 de Piñero, y del pabellón 2 de la Unidad Penitenciaria Nº16 de Pérez".