La banda Los Monos es una organización que gestiona negocios ilegales a partir de la violencia: narcotráfico, extorsión, aprietes. Como toda empresa requiere de mano de obra, calificada o no, una base de personas dispuestas a encajar en esos objetivos. Para conseguir sumar a su tropa no deben esforzarse demasiado: baile, cumbia y alcohol. 

Ese tipo de reclutamiento se pone en marcha los fines de semana por la noche en el barrio Las Flores, donde nació la banda, según contó el diputado provincial por el Frente Social y Provincial, Carlos Del Frade. “En la esquina de Flor de Nacar y Estrella Federal, epicentro de Los Monos, todos los fines de semana se hace un baile que organiza una de las facciones de la banda”, detalló. 

“Ahí van desde chicos de 10 años a personas de 60 y se produce la desesperación de muchos padres porque captan a esos chicos y después terminan presos por intentos de asesinatos o robos. Ese es el drama que hoy estamos teniendo”, sostuvo el legislador en Radio 2. 

La seducción no tiene fallas y no se reduce al mencionado ambiente de fiesta. El propio imán que tiene la plata fácil para pibes sin nada, y la pertenencia a un grupo de renombre criminal. Mayormente jóvenes y marginales encajan en el perfil, y pueden terminar como gatilleros o cuidando un búnker de drogas. Es un mecanismo aspiracional de vuelo corto. La trillada frase arrogada al punk setentista,“Vive rápido, muere joven”, aplica en esta situación. 

Según Del Frade esto graficar “el drama de lo que estamos viviendo en Rosario”. “Por arriba la negligencia de no tener una política de seguridad y por el otro lado chicas y chicos que no tienen otro lugar para producir encuentros de alegría y entonces se los producen las bandas que luego los capta para que después los padres los vayan a buscar a las cárceles”, lamentó.