El juez de primera instancia Gonzalo López Quintana aceptó el juicio abreviado que acordó la fiscal Valeria Haurigot con la defensa de tres hombres, quienes asumieron los cargos imputados y aceptaron afrontar penas de prisión (una de cumplimiento efectivo, las otras tres, de ejecución condicional) por haber cometido más de 20 estafas con compra venta de vehículos de alta gama y captación de ahorros bajo promesa de pago de intereses.

Se trata del principal acusado, Bruno Poletti, el exrugbier del club Duendes Leandro González, y Jorge Fonaroff. El primero asumió una pena de 3 años de prisión efectiva por 28 estafas y administración fraudulenta. Los otros dos recibieron condena de ejecución condicional más el cumplimiento de reglas de conducta por cargos similares. 

La fiscal Haurigot los investigó en tanto sus gestiones fraudulentas detrás de las sociedades Grupo Praga SRL, Integral Motors SRL, Integral Automotores y Ortopedia Técnica SRL. "Si bien las personas jurídicas eran diferentes, los condenados administraban irregularmente a todas ellas, confundiendo sus recursos materiales, patrimoniales, financieros y económicos, ello puesto que las instrumentalizaban al amparo de un único interés societario y con relevancia criminal. Asimismo, independientemente del andamiaje jurídico, ejercían la administración de hecho de todas ellas", dijo un vocero del Ministerio Público de la Acusación.

La acusación estableció que estos hombres abusaron de la confianza que inspiraban en sus damnificados "aprovechando el perfil que les daba la pertenencia a círculos sociales de alto poder adquisitivo, aparentando solvencia mayor a la que tenían y a sabiendas de la imposibilidad de cumplimiento de las obligaciones que de buena fe simularon asumir, haber desplegado maniobras ardidosas en el marco de la compraventa de vehículos propiedad de las víctimas".

Al adquirir los vehículos prometían pago diferido con valores que luego no cancelaban, y al concretar ventas, prometían la entrega de vehículos 0km, cosa que luego no ocurría. En otros casos, tomaban dinero de las víctimas a modo de ahorro y con la promesa de pagar un rendimiento mensual por el uso de ese capital. Tampoco resultaba cierta esa prometida operación financiera. 

Dos de los acusados, Bruno Poletti y el exrugbier del club Duendes Leandro González, ya habían sido imputados –uno de ellos con prisión preventiva-, en marzo de 2020, cuando se conocieron los primeros casos, indicaron voceros de la causa.

De acuerdo a la investigación, "El Tanque" González contactaba los clientes para la compra-venta de automóviles que realizaba junto a Poletti mediante el Grupo Praga y la sociedad Integral Motors. Según detalló Haurigot, las presuntas maniobras consistían en comprar automóviles a personas conocidas a quienes les entregaban cheques o pagarés diferidos, que finalmente no cancelaban.

Para la fiscal, los imputados “abusaron de la confianza de las víctimas, aprovechando el perfil que les daba la pertenencia a círculos sociales de alto poder adquisitivo, aparentando solvencia mayor a la que tenían y a sabiendas de la imposibilidad de cumplimiento de las obligaciones que de buena fe simularon asumir”.

La causa, iniciada en 2020 por la denuncia de un damnificado, creció con los testimonios de otras víctimas.