Los rastrillajes en el bosque de Shakahola, Kenia, no se detienen y todos los días se incrementa el número de las víctimas fatales de la secta liderada por Paul Mackenzie Nthenge.

Fuentes policiales comunicaron un balance de 73 fallecidos desde el inicio de las búsquedas, pero este martes un periodista de la agencia de AFP vio otros cinco cadáveres, incluyendo los de tres niños, en bolsas mortuorias, y otros cinco que estaban siendo extraídos de una fosa común.

El primer hallazgo se dio el 14 de abril, cuando las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, Good News International Church, dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.

Ese día, otras 11 personas habían sido rescatadas y hospitalizadas. Pero los macabros hallazgos siguieron en ese bosque de 325 hectáreas, situado cerca de la ciudad costera de Malini.

Desde el inicio de las búsquedas se encontraron 31 sobrevivientes, indicó la policía loca, y se estima que hay más personas escondidas en la zona.

El presidente William Ruto tachó de "terrorista" al "pastor" de la llamada Iglesia Internacional de la Buena Nueva y prometió medidas contundentes contra aquellos que "utilizan la religión para promover sus actos atroces".

"Cada día que pasa, hay muchas posibilidades de que mueran otras personas", según Husein Jalid, director ejecutivo de la ONG Haki Africa, que alertó a la policía de las acciones del líder del grupo. "El horror que hemos visto en los últimos cuatro días es traumático. Nada te prepara para ver fosas poco profundas con niños dentro", añadió.

Según un investigador se encontraron fosas con hasta seis personas y cuerpos yaciendo en el suelo.En tanto, la Cruz Roja kienana informó que 212 personas han sido reportadas desaparecidas.

Sobre la secta

Paul Mackenzie Nthenge es acusado de provocar la muerte de más de 83 miembros de la iglesia cristiana que dirige en Kenia. El pastor le pidió a sus seguidores que ayunaran hasta conocer a Jesús, lo que llevó a que decenas de personas murieran de hambre. 

Los policías aún esperan encontrar más cuerpos en este bosque donde se reunían los miembros de la secta. En este momento las autoridades confirman que varios adeptos de esa iglesia se esconden todavía en el lugar. 

Muchos acusan a las autoridades policiales y judiciales de no haber actuado antes. Paul Mackenzie Nthenge ya había sido detenido en dos ocasiones, la última vez en marzo de este año, tras un caso en el que dos niños murieron de hambre. Pero fue liberado tras pagar una fianza de alrededor 700 dólares.

Este taxista que se convirtió a "pastor" en 2003 se entregó a la policía la noche del 14 de abril y comparecerá ante un juez el 2 de mayo.

Este drama ha reavivado un debate sobre el control del culto religioso en Kenia, país predominantemente cristiano, donde los "pastores", las "iglesias" y otros movimientos religiosos marginales son a menudo noticia.