Arrancó el juicio contra un sicario que sembró el terror en Nuevo Alberdi
El fiscal Lisandro Artacho pidió 18 años de prisión para el asesino de Francisco Olivera, baleado en 2021 en una emboscada en el extremo norte de Rosario.
El fiscal Lisandro Artacho pidió este lunes 18 años de prisión como pena para un hombre de 32 años que en 2021 protagonizó hechos de violencia en Nuevo Alberdi, y que el más grave fue el ataque mortal contra dos amigos a los que sorprendió mientras transitaban en moto, a plena tarde y delante de varios testigos.
El acusado, Sebastián G., de 32 años, comparece desde este lunes en el Centro de Justicia Penal de Rosario como acusado en juicio oral ante el tribunal compuesto por los jueces de primera instancia Valeria Pedrana, Silvia Castelli y Nicolás Vico Gimena.
“Homicidio simple en concurso ideal con homicidio simple en grado de tentativa, todo ello agravado por el uso de arma de fuego y en concurso real con Portación Ilegítima de arma de fuego de guerra”, son los cargos que Artacho le imputó y por los que ya pidió que se lo condene a 18 años de cárcel.
El fiscal sostuvo en la primera audiencia que fue Sebastián G. quien abrió fuego por sorpresa el 12 de marzo de 2021 a las 13.15, en Cullen y Ugarte y Polledo, en el confín norte de la ciudad. Lo hizo desde un auto que conducía Ayrton G., ya imputado y liberado, contra dos jóvenes: Francisco Antonio Olivera, de 22 años, y un adolescente de 14 que lo acompañaba detrás, en la moto.
G. abrió fuego contra los dos cuando arribaron a la casa del mayor de ellos, uno de los departamentos que caracterizan al barrio. Luego, G. escapó en el Chevrolet Corsa gris conducido por su cómplice. Fueron más de media docena de balazos que estremecieron el lugar, la punta de la tira de monoblocks del barrio nuevo, en el fondo de la última calle de Rosario. Era pleno mediodía y casi nadie ya hacía caso del encierro que imponía la pandemia.
Los de la moto cayeron sobre el pavimento, malheridos. A Olivera alguien lo llevó al Policlínico Eva Perón, de Granadero Baigorria, pero expiró a poco de llegar. El adolescente, en cambio, agonizó unos días, pero logró sobrevivir a los balazos que le prodigaron.
En las jornadas sucesivas se ventilarán las circunstancias del caso. Como prueba de cargo, el fiscal cuenta con la pistola calibre 9 mm que se habría utilizado en el hecho. Sebastián Ezequiel G. está preso e imputado desde 2022, cuando la policía lo apresó.
Su cómplice, en cambio, s mantuvo tres años prófugo y en octubre del año pasado lo capturaron. No obstante, recuperó la libertad aunque sigue vinculado a la causa.