Los rumores en la noche de este miércoles ubicaron con mucha fuerza al presidente de la Cámara de Diputados nacional, Sergio Massa, como el futuro ministro de Economía. No fue un comentario en Twitter, o una de las tantas elucubraciones de periodistas, sino que se llegó a publicar en Clarín un "sería ministro", un potencial que sólo buscaba cubrirse por si lo desmentían. Y de hecho sucedió: rápidamente el propio Massa salió a pedir serenidad. 

"Veo muchos rumores y versiones. No tuve ningún ofrecimiento y recién quedé en charlar con el presidente sobre la agenda de trabajo entre viernes y sábado", tuiteó. Desmentida que no llega a ser desmentida. 

Tweet de Sergio Massa

Parece que es cuestión de días el desembarco del tigrense a una estructura ministerial amplia y también la salida de Silvina Batakis del ministerio. A 25 días de asumir y cuando volvía de reunirse con el FMI en Washington, Batakis se enteró que el presidente piensa reemplazarla. En aquel fin de semana agitado en que renunció Martín Guzmán, terminó siendo la opción que reunió adhesiones entre los socios del Frente de Todos, pero no en el mercado. Incluso desde entonces todo empeoró en términos macroeconómicos.

La decisión final aún no está tomada, pero entre viernes y sábado Massa se reunirá con el Presidente en la Quinta de Olivos y terminará de ultimar los detalles para su llegada al quinto piso del Palacio de Hacienda. Tiene el apoyo de un sector importante del peronismo y del empresariado, y el mercado no lo ve mal. Su llegada serviría para renovar el aire en la estructura del Gobierno e intentar hacer una reorganización del esquema de ministros. Así también se lo pidieron los gobernadores al Presidente en la reunión del miércoles en el edificio del Consejo Federal de Inversiones (CFI). 

Se espera un fin de semana agitado. Lo cierto es que el empoderamiento de Massa se presenta como una de las últimas opciones para mostrar solidez en un gobierno endeble. Vale aclarar que lo mismo se dijo con el ingreso de Juan Manzur como jefe de Gabinete y nada. Con Daniel Scioli a Producción y nada, lo mismo Aníbal Fernández en Seguridad. A todos los disminuyó la vorágine. Si Massa sobrevive y logra encaminar el barco, podría enfilar para su sueño presidencial, que en el fondo, es lo que quiere.