El anticipado anuncio del intendente Pablo Javkin sobre la partida de la concesionaria de transporte urbano El Cacique arrancó a principios de marzo y aún no se define. El intendente la calificó como responsable de todos los males del transporte local y avisó que le daría un corte. Recién esta semana podría haber una definición de una salida que tiene cuestiones económicas y laborales respecto de lo contractual, pero también un reajuste del sistema por el hueco que dejan los mendocinos .

Con un sistema de transporte en crisis, Javkin cargó contra la empresa El Cacique, una de las tres concesionarias que destaca claros incumplimientos. Para ser precisos, el 85% de los reclamos que ingresan al sistema son por el funcionamiento de esa firma. 

El Cacique maneja las líneas 112 negra, 122 (roja y verde), 126 (roja y negra), 127, 131, 132, 138, 139 y 140. Las primeras solamente son redituables para quien explote el sistema, por eso influirá en el futuro. Posiblemente se puedan repartir líneas entre RosarioBus y Movi de manera equitativa. Es una de las opciones que maneja el municipio. 

Entre choferes, administrativos y técnicos, El Cacique emplea a casi 400 personas que deberán ser absorbidos por las otras dos empresas, según se repartan las líneas. No habría, por el momento, conflicto en ese punto. 

Desde la oposición creen que el tono bélico de Javkin contra la firma es meramente discursivo y no hay problemas legales de consideración con la rescisión. Incluso el socialismo cuestionó que el intendente haya cargado contra la licitación que lanzó la socialista Mónica Fein en  2019. Le recuerdan que él era parte del Gabinete. En conclusión, esta semana será clave para darle la salida "drástica" que prometió. Igualmente, no parece ser la solución de fondo del sistema que cada vez está más sumido en la crisis.