Luego del protagonismo que le demandó reunir los votos necesarios para aprobar en diputados el acuerdo con el FMI, Germán Martínez valoró el proyecto que busca gravar a quienes tengan sus fortunas no declaradas en el exterior como una instancia para volver a forjar la unidad en el Frente de Todos.

La división interna entre quienes se manifestaron a favor y en contra de la refinanciación de la multimillonaria deuda con el organismo internacional dejó algunas marcas difícil de borrar en la coalición gobernante. Pero con el correr de los días, comienzan a aparecer motivos para dejar atrás las diferencias.

“Nunca puse en duda la unidad y lo interesante es que cada uno de nosotros, en lugar de ser espectadores, somos protagonistas en cada uno de nuestros lugares”, afirmó en diálogo con SÍ 98.9 el jefe de bloque del FDT en diputados, Germán Martínez.

“La orientación del proyecto de Parrilli es absolutamente correcta, plantea que hay gente que sacó dólares del sistema formal, que no lo tiene declarado y está en el exterior. Hay que ver cómo hacemos para que parte de esos dólares amortigüen el impacto de la deuda”, señaló.

Si bien apoyó la iniciativa, el rosarino advirtió que el tránsito en diputados va a tener mucho que ver con cómo llegue desde el Senado.

“A veces el camino se allana y a veces no. Lo importante es la orientación del proyecto. Plantea un eje de debate interesante. Aquellos que dicen que no al proyecto, ¿a quién representan?”, deslizó el legislador.

Más allá de esta iniciativa en sí, que acaparó la agenda política durante los últimos días, Martínez reivindicó el trabajo del gobierno, y aprovechó para destacar que la inflación esté en el eje de debate.

“Reivindico que estemos dando pasos y proponiendo temas. Hoy el gobierno sabe que la inflación es el principal problema y necesitamos entrar en una lógica de atacar todos los frentes que provocan la inflación al mismo tiempo”, evaluó.

A su vez, consideró “razonable” la posición del gobernador Omar Perotti respecto a la restauración de los dos puntos de retenciones a la harina y al aceite de soja, aunque se inclinó más a favor de la decisión de Alberto Fernández.