"Es como si te clavaran un cuchillo cuando alguien habla de política alimentaria poco transparente". Esa fue la frase clave y determinante que pintó la sesión del jueves en el Concejo municipal de Rosario. La jornada se calentó cuando se pusieron a votación tres pedidos de informes para conocer detalle sobre la novela de las cajas alimentarias descubiertas de casualidad en la casa del exlíder de Los Monos, Ariel Viejo Cantero y el sugerente incendio en la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat.

El oficialismo local venía zafando de las críticas públicas de parte de la oposición. De hecho en los medios no se cuestionó demasiado el papel del Estado municipal en el esquema de distribución de cajas. El mismo cuenta con asistencia de unas 7.000 cajas de las cuales 3.000 se dan a organizaciones (comedores, merenderos, parroquias, clubes, etc) para que las deriven a quienes las necesiten. Allí falló: las cajas quedaron en manos del acusado por extorsión y balaceras para, de manera arbitraria, repartir la comida.

Esa fue la llaga en la que puso el dedo la oposición, a excepción, llamativamente, de Juntos por el Cambio que siempre mueve artillería en este tipo de polémicas. Tres pedidos de informes: sobre el comedor que funcionaba en la vivienda de Cantero, la trazabilidad de los alimentos encontrados en un allanamiento judicial, y el incendio en las oficinas de Desarrollo Social, frente a la Municipalidad, que fue intencional. La resistencia del oficialismo a estos pedidos radica en que se sugiere la responsabilidad de la intendencia, ya sea por acción o negligencia.

Sesión Ordinaria 19/05/2022

Lo cierto es que Norma López tomó el micrófono y raspó. "Hay que hacer un esfuerzo para un diálogo que auspicie un mejor desarrollo de las políticas públicas en nuestro territorio. Entonces, ¿Por qué llegamos tarde para pedir tres pedidos de informes que han sido debatidos, modificados? Nos cuestionan puntos y comas de los pedidos de informe y los llegamos a votar diez días después cuando ya ni siquiera forman parte de la agenda pública”, sostuvo. 

"Nicolás Gianelloni secretario de Desarrollo y Hábitat del municipio, tiene que venir inmediatamente. Necesitamos del diálogo para saber qué ha pasado en esta causa. Investigar por qué no conocemos nosotros la trazabilidad de las cajas y programas para enfrentar la situación delicada. No podemos dejarle espacio a los narcos. No es para meter lío, es para aportar", aclaró.

Se sumó Caren Tepp, concejala de Ciudad Futura, espacio que justamente presentó una proyecto para modificar la distribución de asistencia alimentaria a los sectores vulnerables por parte del Estado. La concejala oficialista Nadia Amalevi ensayó una defensa al leer un documento donde explicó el trabajo de asistencia social del municipio. "Es necesario redoblar esfuerzos y no dejar caer un manto de sospechas sobre una gestión que quiere seguir trabajando. No es momento de chicanas políticas".

La presidenta del Concejo, la oficialista María Eugenia Schmuck siguió con atención la palabra de la oposición y fue mascullando bronca. Por eso bajó al recinto a hablar y defender la gestión. En ese momento hizo la metáfora del cuchillo clavado que abre esta crónica, e intentó hacer hincapié en que todo el Concejo se sumó a la política alimentaria. Schmuck subió el tono del cruce, intentando que no pase a mayores para no volver a poner en agenda el problema y los señalamientos.   

"No querrámos ensuciar a otros para agrandar una causa cuando ya sabemos que debe ir por otro lugar", sostuvo. También remarco que la gestión de Pablo Javkin no creo el esquema de asistencia y distribución, y aclaró que si lo quieren modificar, "seremos los primeros". "No se trata de contestar un pedido de informes, el intendente nos dijo que había que contestarlo ya, es no generar rédito político". "La política es sumamente transparente por los mecanismos del municipio y del propio Concejo", finalizó.