Los radicales santafesinos optaron por el “Ni” al momento de fijar su posición sobre si las elecciones del año próximo en Santa Fe deben ser desdobladas o unificadas con las nacionales. Imposibilitado de consensuar un criterio único, el partido resolvió hacer descansar la decisión “en el criterio del gobernador”, que tiene la potestad constitucional de definir cómo y cuándo se vota. Evitó así una definición que hubiera acelerado la disputa de fondo: alinearse con Cambiemos o profundizar el Frente Progresista.

Socialistas y justicialistas se definieron a favor de la unificación y el PRO por el desdoblamiento. La UCR es la única fuerza que declinó opinión ante la consulta del Ejecutivo. En 2017 se eligen concejales, comisiones comunales y una quincena de intendencias de pequeña y mediana escala. En el orden nacional, nueve diputados por Santa Fe.

El “Ni” resultó un poroto a favor de los partidarios de unificar las elecciones provinciales y nacionales. Se supone que el desdoblamiento favorecía la estrategia de quienes aspiran a sostener la ambigüedad de ser frentistas en Santa Fe y de Cambiemos a nivel nacional.

Nada de heridos

Tras el plenario del Comité provincial que se reunió el miércoles en Santa Fe, el presidente del partido, Julián Galdeano, explicó: “Se buscó que no quedasen sectores desairados por un lado; por el otro que la posición de la UCR, que es socio principal del Frente, no condicionase la decisión que vaya a tomar el gobernador”.

Galdeano y su sector eran partidarios del desdoblamiento. “Entendemos que hay argumentos válidos para ambas posiciones. Siendo obligatorias las elecciones primarias hay que entender que se tendría que votar cuatro veces, con un cronograma electoral que arranca en febrero y termina en octubre y eso afecta la gestión y no es lo ideal para la gente. Por el otro, al unificar, se mezcla lo local con lo nacional y alguna interferencia existe, no es lo ideal”.

Por el contrario, Felipe Michlig, senador de la UCR y referente del sector conocido como NEO, sostuvo que “en esta oportunidad no tiene sentido hacer votar cuatro veces a la gente” (primaria y general a cargos provinciales y otro tanto con las nacionales) cuando “se puede realizar en la misma fecha porque será una elección sencilla, con pocas categorías en disputa y dos sistemas distintos de votación (boleta única y boleta sábana) lo cual ya se hizo en elecciones mucho más complejas y no hubo dificultades”.

Por su parte, la concejala rosarina María Eugenia Schmuk se diferenció: “Los que no especulamos estamos tranquilos con esta decisión”.  

“Para los que tenemos posiciones políticas e ideológicas definidas y claras, la decisión que tome el gobernador no tiene por qué ser una variable que afecte la estrategia electoral”. La concejala es partidaria del Frente Progresista en Santa Fe, pero su espacio busca replantearlo por completo en Rosario (incluso quiere cambiarle el nombre) y convertir a Pablo Javkin en sucesor de Mónica Fein en 2019.

El Frente, con ventaja

A nadie se le escapa que detrás de la definición que no ocurrió sobre el cronograma electoral, subyace la pulseada entre Cambiemos y el Frente Progresista.

En ese sentido, el senador Michlig no tiene dudas: “La convención de la UCR Santa Fe definió que es parte del Frente Progresista, yo no me enteré que esa decisión se hubiese modificado”, ironizó.

Referente de NEO, sector con amplia representación territorial, opina que la UCR debe profundizar la experiencia de dos décadas del Frente Progresista porque, a su entender, está dando respuestas. “Los gobernadores Binner, Bonfatti y ahora Lifschitz podrían haberse concentrado en invertir en Santa Fe y Rosario, que es donde vive la mayoría de la gente y con más comodidades. Sin embargo dieron respuesta a necesidades históricas en rutas, agua y electricidad a departamentos y municipios radicales. Incluso se lo escucho decir a mis colegas del PJ”.

Así como Michlig remite a la decisión frentista de la UCR provincial, desde el MAR y el Grupo del intendente de la capital José Corral recuerdan que a nivel nacional la UCR resolvió ser Cambiemos con el PRO. También es cierto que esa convención aclaró que se respetaban las coaliciones preexistentes en las provincias. El Frente Progresista santafesino es el caso.

Garantías

Así como Michlig se abraza a la alianza con el socialismo, Galdeano, presidente del partido y referente del grupo MAR, le pide al Frente “garantías políticas de que los candidatos radicales de las distintas localidades no van a ser condicionados en su armado electoral”.

Traducido: Galdeano quiere preservar la libertad de cada candidato a jefe comunal a armar alianzas incluyendo al PRO si en esa localidad es la que mejor representa las posibilidades de triunfo.

Schmuk admite que con lo compleja que es hoy la vida interna de la UCR, se opta por esquivar definiciones tajantes y respetar la construcción que viene haciendo cada grupo.

La incógnita a resolver en esos casos es con quién hará campaña ese candidato a jefe comunal, con quien encabece la lista de diputados nacionales del Frente Progresista, con el de Cambiemos o con ninguno.

Esa es otra historia, que tiene final abierto. Si bien todo indica que la mayoría de los convencionales partidarios son favorables a sostener el Frente, no parece imposible que cuando lleguen las primarias en el mes de agosto otra vez haya radicales repartidos de un lado y del otro del mostrador.