Granjas, minimercados y maxikioscos pueden ser beneficiarios directos del cierre obligado que la Ley de descanso dominical le impone a los supermercados de más 1.200 metros cuadrados de superficie. Sin embargo, en la primera prueba de fuego -el domingo pasado- la clientela no varió gran cosa todavía, menguada por un clima lluvioso. No obstante, todos los comerciantes consultados demostraron en mayor o menor medida su expectativa acerca de este cambio impuesto en el hábito de consumo de los rosarinos y rosarinas.

El representante de la Unión de Almaceneros, Juan Milito, estimó que "los almacenes que están a pocas cuadras de un hipermercado aumentaron su venta un 20 por ciento, y se estima que seguirá aumentando". Lo catalogó como una "democratización del consumo ya que la venta se dispersa en los mas chicos". 

De un relevamiento realizado por Rosarioplus.com por el área central de la ciudad, el 30 por ciento de los comerciantes sondeados respondió que los domingos también cierran sus puertas, incluso en el último pasado, a pesar de que sus competidores gigantes tuvieron que cerrar a la fuerza. Del resto, sólo dos negocios percibieron que sus ventas aumentaron, y lo adjudicaron al cierre de supermercados cercanos. Y aunque los demás no se vieron beneficiados de manera explícita en este domingo inaugural de la nueva ley, casi todos confían en que venderán más, y hasta algunos de ellos confesaron que están repensando su estrategia de venta en la cantidad de horas abiertos al público.

A la hora de decidir abrir un comercio familiar los domingos, a diferencia de una cadena de supermercado, hay mucha libertad en el criterio, ya que en muchos casos son los mismos dueños quienes deben atender al público, y por ende algunos prefieren descansar. Tal es el caso de Estela, dueña junto a sus hermanos del almacén de calle Entre Ríos y Tucumán: “Como los sábados abrimos medio día y hay pocas ventas, y quedamos cansados de trabajar parados toda la semana, no abrimos nunca los domingos”. De todas formas la almacenera especuló en que “si abrimos ahora con el descanso dominical seguramente algo se venderá, pero no tengo idea cómo será”.

El supermercado chino de Rioja y Corrientes, así como un maxikiosco de Salta y Presidente Roca, abrieron este domingo sus puertas, como hacen cada domingo, y ninguno de los dos percibió un cambio en el consumo normal de clientes domingueros. La cajera del supermercado detalló que quienes trabajaron ese dìa vieron "la misma cantidad de gente de un domingo”.

Quien percibió más venta es Pablo, dueño del almacén Brandsen, de calle Paraguay entre San Lorenzo y Urquiza, y lo relacionó directamente con que “a dos cuadras hay un local de La Gallega y acá a la vuelta uno de Coto”. Reconoció que “desde principios de año se decidió abrir los domingos porque hay demanda de vecinos jóvenes que quizás les falte alguna comida para la comida post sábado, y el domingo pasado vendimos mucho más que antes”.

Elba es dueña junto a su marido del almacén de Urquiza y Corrientes, por lo que también cuenta con un local de un megamercado cerca, y reconoce: “A veces abrimos y otras no, y el domingo pasado abrimos pero no vino nadie. Si Coto cumple con el descanso dominical, vamos a hacer el esfuerzo de abrir todos los domingos porque puede ser que vendamos más”.

Facundo reconoció que el criterio se mueve con el clima: si llueve, los domingos el maxikiosco de Santa Fe y España no abre, porque “cuando hay feo clima la gente no sale de sus casas y no hay ventas”. Si bien el domingo pasado no abrió, justamente por la llovizna, Facundo especula que “esta nueva ley no nos va a cambiar las ventas”.

Sin embargo Pablo, dueño del maxikiosco de Tucumán al 1600, destacó que no descarta abrir el local los domingos, porque “ya una señora que vino a comprar me lo sugirió a partir del cierre de supermercados, y me dejó pensando”. Pablo aclaró que los domingos, si bien no abre formalmente, va algunas horas a limpiar el local, y “si viene justo un cliente claro que voy a venderle”. La prueba de que su estrategia puede cambiar es que el domingo pasado las pocas horas que estuvo limpiando, asegura “vinieron unos cuantos a comprar cigarrillos”.