Alimentos y bebidas representa el rubro de mayor incidencia sobre el índice de Precios al Consumidor (IPC) a la hora de su elaboración. Esto explica la desaceleración que registró la inflación general a nivel nacional en sus últimas dos mediciones y es la apuesta del gobierno para sostenerlo en el siguiente reporte mensual, aunque a la larga el rubro Alimentos se verá afectado por otras variables e indefectiblemente tendrá su repercusión sobre el IPC.

Pese a los incesantes aumentos en sectores como transporte, tarifas o prepagas, el último reporte de inflación fue más bajo que el anterior, y algo similar se espera para el dato de marzo, que se conocerá en los próximos días. Esto generó interrogantes sobre cómo se calcula el Índice de Precios al Consumidor.

Alimentos y bebidas explica el 30% de la composición del IPC nacional, mientras que el 70% restante se lo reparten entre otros once rubros. Es decir que cualquier variación al alza o a la baja tiene un fuerte impacto en el número mensual. 

A su vez, es importante aclarar que cada región tiene sus propias mediciones y no todas tienen la misma injerencia sobre el resultado final. Por ejemplo, Gran Buenos Aires tiene una participación de casi el 45% en la elaboración del IPC, mientras que región Pampeana (que incluye a Santa Fe) un 34%. Entre ambas explican casi el 80% del comportamiento de la inflación. 

A partir de estas aclaraciones, se desprenden los motivos que explican una desaceleración en los datos de enero y febrero, aunque también vale recordar que se toma como punto de partida el 25% de diciembre, récord histórico que marcó el inicio de la gestión Milei, luego de la devaluación del 100%. 

El precio de alimentos

Tras incesantes aumentos en la canasta alimenticia, que arrancaron incluso antes de la asunción del actual gobierno, se dio una caída notoria en el consumo de productos básicos que llevaron a una desaceleración en las remarcaciones. 

De esta forma, Alimentos pasó de estar entre los rubros con porcentaje de aumentos más altos, a quedar por detrás del promedio general de inflación, como ocurrió en la medición de febrero. Ese mes, el Indec reportó un 13,2% mensual, mientras que Alimentos fue del 11,9%. 

Se espera que para el informe de marzo el dato continúe a la baja, ya que el rubro alimenticio continúa el sendero de freno en remarcaciones ante la caída abrupta de consumo. Esto puede modificarse cuando tarifas o transporte empiecen a impactar en los costos de producción. 

Tarifas y otros no aflojan

Por el momento, pese a los siderales aumentos que vienen registrando tanto tarifas (vivienda, agua, electricidad y gas) como transporte, no llegan a incidir lo suficiente como para alterar demasiado el dato de inflación, pese a exhibir aumentos que superan el 100% en cada caso.

En Gran Buenos Aires y región Pampeana, tarifas tiene una incidencia del 10,5% y 8,7% respectivamente, mientras que transporte incide en un 11,6% y un 10,4% respectivamente.  

Otro de los rubros con importantes ajustes desde diciembre a esta parte fueron las prepagas, aunque salud tiene entre 8% y 9% de incidencia en el número final. 

Estos porcentajes están lejos de representar el 30% de incidencia que tiene alimentos, a partir de la medición que hace el Indec.