Trabajadoras y trabajadores informáticos agrupados en la Asociación Gremial de Computación (AGC), salieron al cruce de versiones oficiales y empresariales sobre la cantidad de puestos de trabajo que genera el sector y también sobre estimaciones de los sueldos promedios que perciben.

Una de las cuestiones que llevaron a estos cuestionamientos por parte de quienes se desempeñan en el área de la economía del conocimiento, tiene que ver con el insistente reclamo para que se les reconozca su personería gremial y con ello negociaciones salariales acordes al contexto inflacionario.

En ese sentido, remarcan una suerte de paradoja que se da entre esa realidad y la percepción del gobierno. Particularmente desde el área de Desarrollo Productivo hacen hincapié en el potencial que tiene la economía del conocimiento en Argentina en relación a la posibilidad de generar dólares, pero también empleo de calidad.

Desde la ACG consideran que esa posición, por un lado, no termina de manifestarse en la realidad y por otro, no se condice con lo que sucede en el ámbito.

“En general es la niña mimada y ejemplo de todo lo bueno que hay en una industria. Este fenómeno ha dado lugar a un optimismo exacerbado sobre su futuro, lo que ha traído aparejado pronósticos exagerados de crecimiento y números que van y vienen sin demasiada claridad ni fundamento”, manifestaron desde el gremio.

En primer lugar respaldaron esta posición a partir de las estimaciones sobre las vacantes a cubrir en el rubro, algo que ocurrió a lo largo de los últimos diez años con gobiernos de distinto signo político. Desde el año 2010 hasta la fecha, el déficit de puestos a cubrir varió entre 5 mil y 15 mil trabajadores.

“Sin motivo ni asidero demasiado claro, se puede encontrar que faltan 5000, 10000 o 15000 trabajadores en la industria según el medio o la persona que uno consulte”, deslizaron.

En consonancia con esta tendencia, recordaron que una de las versiones que exponen desde el ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas, es que el rubro podría generar 400.000 empleos en 9 años, cuando en la actualidad hay entre 132.000 y 137.000, dependiendo la fuente.

Si bien la expansión es real, los informáticos cuestionan que no se condice el crecimiento de puestos con las condiciones laborales. De hecho remarcaron que los sueldos se encuentran en niveles de 2018, aún cuando el sector experimentó un “espectacular crecimiento”.

Más allá de las críticas al gobierno de turno o al anterior, los cuestionamientos apuntan a las empresas que lideran este mercado, como es el caso de Globant o Mercado Libre. Ambas con ganancias extraordinarias y rendimiento en la bolsa de valores, fijan pisos salariales extremadamente bajos y desconocen derechos laborales.

Tweet de Ezequiel Tosco

Salarios

“En los últimos 5 años, no sólo que los salarios no se recuperaron, sino que bajaron y recién en 2022 se empataron los valores de 2018, con una inflación promedio del 50%”, sostuvieron desde la Asociación Gremial.

En ese sentido, tomaron como referencia una estimación que hizo el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, que indicó que la remuneración promedio en el sector es de $148.160, aunque sin detallar si se trata de un sueldo promedio o mediano, o si se trata del monto bruto o neto.

Para clarificar esta cuestión, desde el Observatorio del Trabajo Informático (OTI) realizaron una estimación propia sobre los ingresos en el sector

Economía del conocimiento: la industria modelo con trabajadores disconformes

“Al realizar un promedio de los doce salarios listados, nos da $75.000 de salario mediano. Este número constituye el valor típico, lo que implica que hay muchos que ganan menos que eso, un número muy alejado de lo que publica el Ministerio y aún más alejado de lo que repiten desde las cámaras empresarias”, explicaron.

Por otra parte, piden atender la cuestión salarial ya que también es uno de los factores que determina que muchos trabajadores y trabajadoras del sector terminen siendo tentados por empresas del exterior, que contratan el servicio a distancia por un sueldo un poco más elevado sin tener que cubrir los costos laborales que exige un convenio colectivo.

Ese quizás sea uno de los peores escenarios para la economía del conocimiento, ya que implica que una persona que se formó intelectualmente en territorio argentino, termine prestando servicios para una empresa del exterior, ya sea de manera remota o migrando a otro país.  

Estas divergencias respaldan la insistencia de los trabajadores informáticos que plantean la necesidad de tener reconocimiento gremial por parte de las empresas y de esa manera lograr un convenio colectivo que unifique criterios salariales.

Las y los trabajadores sostienen además que el fortalecimiento de la entidad sindical evitaría la modalidad freelance, a través de la cual muchas de las empresas del sector contratan personal sin la necesidad de reconocer derechos laborales como obra social o vacaciones.