El viernes pasado, cuando se inició la audiencia imputativa contra los involucrados en la megacausa por estafa y lavado de activos, el gran ausente fue el empresario Pablo Abdala, quien apenas horas antes se había entregado en la Policía luego de que se librara contra él un pedido de captura nacional e internacional. Finalmente, este martes, en la continuación tras el cuarto intermedio, prestó declaración e intentó explicar cómo se hizo con parte del campo ubicado en Villa Amelia, presuntamente adquirido de manera ilegal en complicidad con otros sospechosos.

Abdala buscó despegarse de la asociación ilícita y sólo reconoció tener una relación desde hace años con el contador Marcelo Jaef, quien en la misma audiencia lo había señalado como “su amigo y compañero de deportes”.

En su declaración, el empresario señaló que tiempo atrás le había prestado dinero a Jaef, quien entonces a manera de devolución lo incluyó en la compra del campo de 124 hectáreas situado en Monte Flores, distrito de Villa Amelia, al sur de la ruta A-012. La propiedad fue adquirida a Maximiliano González de Gaetano, aunque el campo originalmente pertenecía a la familia Navarro Luppi y había estado desocupado, lo que lo convirtió en un blanco fácil para la red de estafadores que falsificó un poder y que, a partir de él, realizó las sucesivas ventas de la propiedad para darle apariencia de origen lícito.

Sin embargo, la familia nunca dejó de prestarle atención a los terrenos y gracias a que chequeó ciertos datos en internet pudo notar algunas anomalías, entre ellas, una fecha de venta y el Cuit del "nuevo titular": Marcelo Basilio Jaef. Las tierras, sin embargo, previamente habían pasado por las manos del sindicalista González de Gaetano, otro de los imputados.

Abdala recalcó que no participó del negocio y que nunca se puso en contacto con las otras personas vinculadas a la operación. Se limitó a decir que simplemente le correspondía el 50% del campo en función del préstamo que le había hecho a su amigo, aunque reconoció que desde hace algún tiempo participa "en inversiones inmobiliarias del diario". Abdala admitió que envió especialistas a la propiedad en cuestión con el fin de evaluarla. Entonces opinó que se trataban de unas tierras inundables, poco valiosas.

Por otra parte, el empresario intentó dejar en claro que desde el momento mismo en que se ejecutaron los allanamientos y pese a encontrarse en el exterior intentó colaborar con la Justicia. Fue entonces cuando por recomendación de su abogado aceleró los trámites para su regreso e incluso compartió los datos de su caja fuerte para que ésta pueda ser abierta durante el operativo que se realizó el pasado miércoles.