Después de un viernes agitado en Tribunales, con una audiencia que se extendió por largas horas antes de pasar a cuarto intermedio hasta el martes, se espera en Tribunales por la presencia del empresario Pablo Abdala, que se entregó a la Policía por sus propios medios luego de que se librara contra él un pedido de captura nacional e internacional. El martes será acusado formalmente de integrar una asociación ilícita de carácter celular dividida en estratos con el fin de lavar dinero proveniente de actividades ilícitas como la apropiación ilegal de inmuebles. 

Puntualmente, el empresario está sospechado de incurrir en el delito de “lavado de activos en carácter de autor en concurso real con falsificación ideológica de instrumento público en carácter de coautor y en concurso real con asociación ilícita en carácter de coautor”, todo como parte de una asociación ilícita que también componían los detenidos Juan Roberto Aymo, Jonatan Zarate, Ramona Isabel Rodríguez, Tránsito Retamar Portillo, Juan Bautista Aliau, Eduardo Martín Torres, Maximiliano Rodrigo Fabián González de Gaetano, Leandro David Pérez, Marcelo Basilio Jaef, Jorge Oneto y Luis María Kurtzemannn (H).

En específico, Abdala está involucrado en el caso de un campo de 124 hectáreas que fue vendido mediante un poder con firmas falsificadas al dirigente sindical Maximiliano González De Gaetano en 2014, según detallaron los acusadores.

Cuatro meses después este empresario y el contador Jaef se hicieron con la propiedad por 3,2 millones de pesos y, según la acusación que llevan adelante los fiscales Sebastián Narvaja y Valeria Haurigot, éstos a su vez lo transfirieron menos de un año después por 3,5 millones al agente financiero Oneto, con la intermediación de Leandro Pérez.

Finalmente, Oneto vendió el campo a los cuatro meses a un tercero que pagó por la tierra 1,3 millón de dólares, el verdadero valor del mercado según los fiscales.

"La organización contaba con capacidad suficiente para receptar dichos inmuebles de modo tal de ponerlos en circulación con la consecuencia posible de que adquieran apariencia lícita, pero además también contaba con la capacidad y se encontraba predispuesta para procesar flujos financieros provenientes del narcotráfico y otras actividades ilícitas", explicó durante la imputación el fiscal Narvaja.

Como ocurrió con los otros acusados, el martes Abdala pasará por los Tribunales Provinciales para la audiencia imputativa (inicialmente programada para el lunes y postergada luego por cuestiones de organización). Se espera que los fiscales pidan las medidas cautelares que a su criterio deben cumplir los implicados, por ejemplo, la prisión preventiva durante el proceso.