Los casos de Covid-19 a nivel nacional se duplicaron en las últimas dos semanas impulsados por la suba en la ciudad de Buenos Aires y, si bien especialistas señalaron que la situación no es para encender una alarma, sí recomendaron aplicarse las dosis de refuerzo ya que más allá de las nuevas variantes circulantes la causa puede estar asociada a una baja de la inmunidad por el tiempo transcurrido desde las infecciones previas y la colocación de las vacunas.

"A nivel nacional, lo que uno puede ver es que en la última semana los casos se duplicaron respecto de la anterior pasando de 130 a 252 promedios diarios; estos datos son un piso porque todavía faltan cargar pero además porque hay un descenso marcado de testeo, pero aún así aumentaron", dijo a Télam el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga.

E inmediatamente añadió: "por supuesto que sigue siendo un número muy bajo respecto de lo que vivimos".

Según analizó Aliaga en base a los datos del Ministerio de Salud, "la suba en el promedio nacional está impulsada por la curva de la ciudad de Buenos Aires, donde los casos se triplicaron respecto de dos semanas atrás pasando de 35 a 98 promedios diarios. También hay un incremento en la provincia de Buenos Aires donde el número es menor (de 43 a 69 promedios diarios)".

Sobre las causas que impulsan esta suba, Aliaga -quien analiza datos desde el comienzo de la pandemia- señaló que "como siempre son multicausales".

"Por un lado, el Proyecto País (secuencia los genomas de coronavirus que circulan) venía detectando variantes más contagiosas; pero también sucede que cada fin de año se incrementan las reuniones y las personas se encierran con el aire acondicionado sin ventilación", describió.

En ese contexto, "lo esperable sería que sigan en crecimiento hasta enero, que las personas se van de vacaciones y se dispersan".

La infectóloga Leda Guzzi coincidió en que "los casos experimentaron un leve aumento en las últimas semanas en un contexto de testeo muy limitado".

Para la especialista e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), "preocupa la situación regional, en particular de Brasil, donde las autoridades sanitarias volvieron a imponer esta semana el uso de barbijos en aeropuertos y vuelos".

"Toda vez que sucede algo de este tipo en la región termina teniendo un impacto en el país, por lo cual, preocupa el aumento en Brasil y nos hace prever un incremento de casos", advirtió en diálogo con Télam.

Guzzi recordó que "todavía estamos en pandemia, el virus está presente; es enorme lo que lograron las vacunas en el mundo pero el virus sigue con su capacidad de mutar y generar nuevas olas así que nuestro país no está exento de la dinámica viral".

Con respecto a nuevas variantes detectadas, el virólogo molecular Humberto Debat, integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), brindó tranquilidad: "Todavía siguen siendo subvariantes de Ómicron y casi toda la población mundial pasó por una infección por Ómicron, por lo que la probabilidad de que esto tenga impacto sanitario fuerte es muy baja aunque aumente el número de infecciones", indicó.

"Estamos en una etapa de la pandemia con marcadores epidemiológicos favorables porque, si bien hay reportes en diferentes partes del mundo de crecimiento de nuevas infecciones, se están reportando unos 350 mil casos diarios, que es más de 10 veces menos de lo que tuvimos en picos de Ómicron, y hay una baja sostenida de fallecimientos desde hace seis meses, con unos mil muertos diarios a nivel global", acotó.

Sobre el aumento de casos en Brasil, Debat explicó que podría tener alguna asociación con nuevas variantes que están circulando; por ejemplo en el Amazonas fue descrito hace poco tiempo un sublinaje de Ómicron que se llama BE.9 y en Río de Janeiro está aumentando la frecuencia de B.Q.1.1.

"De la variante BE.9 del Amazonas no hay registro de reportes en otras partes del globo por lo que no sabemos si ha comenzado a expandirse, y de B.Q.1.1 sabemos que tiene una ventaja de crecimiento del 30% con respecto a otros sublinajes de Ómicron y fue detectada en 77 países a nivel global, incluyendo a la Argentina, Perú, Chile, Colombia".

No obstante, para el investigador la clave del aumento de casos podría no tener tanto que ver con las nuevas subvariantes, sino con que las olas de infecciones fueron hace varios meses, lo que disminuye los niveles de protección de las personas que tuvieron Ómicron hace más de 180 días.

"Por otro lado, hay una disminución radical de la tasa de inmunización por refuerzos (de vacunas) que es algo que se ve en todo el mundo", añadió.

Por su parte, el médico infectólogo Lautaro De Vedia coincidió en que "se está viendo un aumento de casos, pero con cuadros leves" y aseguró que en este contexto "sigue siendo muy importante la vacunación".

En la misma línea, Guzzi sostuvo que "lo más importante frente a este escenario es la aplicación de las dosis de refuerzo: segundo refuerzo para todas y todos y tercer refuerzo para personas con factores de riesgo y mayores de 50 años, y recordar la importancia de la ventilación cruzada y constante en los interiores y toser en el pliegue del codo".

"También hay que tener presente que de volver a presentarse una ola habría que retomar todos los cuidados, lo que incluye el uso de barbijos en interiores", dijo la especialista, para quien a pesar de que la gente está agotada no es gratuito infectarse aunque de manera leve de coronavirus.

"Es un virus que ha demostrado no sólo su capacidad de mortalidad, sino también que provoca cuadros prolongados", insistió.

Guzzi enfatizó que "cada infección representa un riesgo y según la bibliografía científica, ese riesgo va creciendo conforme aumentan las infecciones, con lo cual es importante tratar de mitigar".

"Ya sabemos qué tenemos que hacer. Por un lado aplicarse las vacunas que correspondan; por el otro, si no es posible usar barbijos en lugares interiores donde se permanece mucho tiempo, es clave la ventilación, así que aún teniendo los aires prendidos, es importante dejar algo abierto para que el aire se renueve", concluyó Aliaga.