Si una buena noticia había en medio del rebrote de Ómicron que disparó los casos desde las últimas semanas de diciembre es que después del pico, la caída también sería veloz. Sin embargo, quienes asesoran al gobierno nacional en materia sanitaria están viendo que esto podría quedar de lado a manos de amesetamiento de casos que prolongaría el rebrote y generaría tensión en el sistema sanitario.

El asesor presidencial, Luis Cámera lo señaló en A24: “Me está preocupando, al ver la conducta social, que el descenso que debería ser rápido, podría ser lento. Si se ameseta y se pone lento, en marzo y abril podríamos tener problemas con las unidades comunes y de terapia que se llenarían lento”.

 “Es por la relajación, nadie usa el barbijo en la playa por ejemplo. Cuando empecemos a descender, va a venir toda esa gente de la playa”, razonó.

Entonces, una meseta muy marcada es el gran problema en el horizonte. “No rebrote, sino una meseta de casos. Los amesetamiento son duros. Algunas epidemias que se mantienen en el tiempo son peores que cuando hay un pico y baja”, finalizó.