Joseph Blatter puso su cargo a disposición por no contar "con apoyo integral". Había sido reelecto presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado el viernes pasado, luego de que su competidor, el príncipe jordano Al Hussein, se retirara en segunda vuelta. En la primera ronda había ganado por 133 votos a 73.

"A pesar de haber sido apoyado en elecciones, ese apoyo no lo comparten todos. Por eso pongo mi renuncia a disposición. Tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración", aseguró Blatter, en un anuncio sorpresivo realizado en Zurich. 

Y anticipó: "Organizaré un Congreso extraordinario para mi reemplazo como presidente. Yo no me postularé”.

El suizo de 79 años y al frente de la FIFA desde 1998, sobrevivió al peor escándalo de corrupción en la historia de la entidad y había renovado este viernes la presidencia hasta 2019, aunque con poder recortado y sin el apoyo de la AFA, tras realizarse una extensa votación durante el 65to. Congreso en el Hallenstadion de Zurich, Suiza.

El escándalo

La FIFA quedó envuelta en el peor escándalo de corrupción de su historia cuando la Justicia estadounidense ordenó el pasado miércoles la detención de siete directivos en una causa que investiga el desvío de unos 150 millones de dólares para el pago de sobornos, destinados a comprar voluntades para la adjudicación de los próximos dos Mundiales como también de derechos de televisión y marketing.

En el mismo expediente, otras siete personas recibieron un pedido de captura internacional, entre ellas, los empresarios argentinos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis.