La compañía alemana Sennheiser desarrolla tecnología de punta en sistemas de audio. Los auriculares y los llamados “headsets” son una de sus especialidades. A principios de los 90, fabricaron el primer modelo Orpheus, que se hicieron famosos como los mejores auriculares del mundo. Costaban un dinerito, y los que quedan hoy en día son una reliquia para melómanos extremistas de la calidad de audio.

Ahora, la misma empresa lanza a la venta una nueva versión de esos mismos auriculares. Y salen unos 50 mil euros, o 55 mil dólares. ¡¿Que lo qué?! Bueno, es que, igual que los originales, vienen junto a un amplificador valvular hecho de mármol de Carrara y un convertidor de sonido digital a analógico. Tienen diafragmas bañados en platino y transductores bañados en ¡oro! El ampli tiene con seis válvulas de cuarzo recubiertas de metal cromado. Más especificaciones que un auto nuevo.

¿Algo más? Sí, obvio, es escucha increíbe. Parece que tiene una amplitud de frecuencia de 8 a 100 000 Hertz, y la más baja distorsión posible. Faltaba que pagando 55 mil dólares, encima saturen los graves.