El sábado amaneció despejado, con una humedad que se siente de 88 por ciento, vestigio de la tormenta del viernes. Y en el pronóstico es baja la probabilidad de que vuelvan las lluvias pero el Servicio Meteorológico no lo descarta.

El viento del este se encargará durante la jornada de terminar de despejar el cielo, que por la noche tendrá cero chances de chaparón.

Un día inestable que contará con una máxima de 29 grados en la tarde, un respiro a las altas temperaturas de este verano.