La concejala María Eugenia Schmuck volvió a ser víctima de amenazas. Ya no le quedan dudas de que vienen de parte de la llamada mafia de taxis de la Estación Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, un grupo que ella ha denunciado. Pero la cuestión se tornó preocupante porque las acciones intimidatorias se extendieron hacia el hogar y contra su familia.

Schmuck se presentó el miércoles pasado en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) para denunciar las amenazas que recibió en las últimas tres semanas. Todo comenzó cuando junto a su par del bloque Iniciativa Popular, Fernanda Gigliani, presentó una denuncia penal contra parte de los taxistas de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno por amenazas y asociación ilícita.

La primera respuesta fue formal mediante una carta documento donde le pidieron que se manejen con 'tacto' para 'mantener la paz social'. Sonó intimidatorio, pero dentro del marco legal. Sin embargo, los futuros episodios iban a ser informales e inquietantes para la concejala radical en el Frente Progresista.

La concejala denunció frente una fiscal que un grupo de taxistas estuvo preguntando en la zona de su casa, cuál era el domicilio exacto de ella, horarios que tiene en su día a día. Pero no fue todo lo relatado: dos timbrazos en plena madrugada hicieron saltar de la cama a la concejala y a su familia.

Pero lo que cataloga como más preocupante es que le llegaron rumores de que este grupo de taxistas intentó conocer el nombre del colegio al que asisten sus hijos. Hace unos días responsabilizó a los "taxistas por cualquier hecho de violencia" que sufra tanto ella como su seres queridos

"Creo que esto es por las denuncias de la mafia de la terminal. Estoy casi convencida de que son ellos. Así se manejan. Y aprovechan el contexto de Uber para hacer esto", disparó.