En medio de tantos aumentos y golpes a uno de los sectores más vulnerados de la sociedad, impulsan una iniciativa que permitiría que jubilados y pensionados queden exentos del pago de la renovación de la licencia nacional de conducir. 

El concejal Ariel Cozzoni pide concretamente que los adultos mayores que cobren haberes equivalentes hasta dos jubilaciones y/o pensiones mínimas no deban pagar por la renovación. En la actualidad en Rosario viven aproximadamente 199 mil personas de más de 60 años lo que constituye el 16,65 % del total de habitantes.

“Entendemos sobre la necesidad de sancionar normas que establezcan beneficios para las jubilados y pensionados de bajos ingresos que habitan en Rosario, a fin de posibilitarles en forma segura accesibilidad a los servicios y una mayor protección para el ejercicio de sus derechos”, señaló el edil de Unite. 

Ahora el costo del arancel que se debe abonar para renovar la licencia es de $1.451,60 por un año y $1.551,60 por dos, importe que varía según edad del conductor. A esto se le suman $320 pesos por el costo del certificado del CENAT (Centro Nacional de Antecedentes de Tránsito).

Para Cozzoni, “es mandato constitucional promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato y el pleno goce y ejercicio de los derechos a los ancianos”.

El funcionario recordó que el Concejo “ha dado claras muestras de políticas destinadas a la tercera edad” y enumeró “el Consejo de la Tercera Edad, el boleto gratuito, la participación en la elaboración de políticas de salud, en materia de discapacidad”.

“Siempre es pertinente establecer beneficios especiales para jubilados y pensionados con ingresos mínimos”, consideró el concejal rosarino y agregó que “a muchos abuelos que cobran la mínima les resulta dificultoso obtener la renovación de su licencia de conducir por el costo de la misma y por la frecuencia con que deben hacerlo”.