El gobierno provincial admitió que son muchas las localidades afectadas por las lluvias y mostró particular preocupación por la red de caminos naturales que ingresan a pueblos y comunas porque, según advierten, la gran cantidad de agua caída complica la circulación, al punto que “erosionó el pavimento en algunas rutas”.

En términos económicos y de emergencia agropecuaria está afectada toda la provincia: precisaron que producto del mal tiempo sólo pudo retirarse un 15 % de la cosecha de soja, y el resto está en los campos con dificultades para salir.

El ministro de Infraestructura y Transporte provincial, José León Garibay, precisó a Sí 98.9 que “la infraestructura vial está sufriendo terribles condiciones de deterioro por las lluvias continuas y se están haciendo obras de infraestructura de canalización en Casilda y Chabás, así como ciudades del norte provincial para drenar las zonas más afectadas por la inundación”.

El funcionario aseguró que, en una semana, “una vez pasado el fenómeno climatológico, comenzará la búsqueda de una recuperación lo más rápido posible de las calzadas rurales imprescindible para las producciones”. Y adelantó que “concretamente ya hay ocho contratos firmados para comenzar a reparar mil kilómetros de calzadas pavimentadas, fundamentalmente bacheos, para responder inmediatamente”.

En torno a la infraestructura hídrica, Garibay recordó que el ex gobernador Antonio Bonfatti ya decretó la emergencia hídrica en septiembre pasado, y "se comenzó a trabajar fuertemente en mantener canales, lo que permitió que este verano sean pocas las poblaciones afectadas en comparación al verano pasado, y se resolvieron rápidamente”.

Este temporal de lluvias constantes producidas por El Niño que viene desde el verano, y tras un tiempito de buen tiempo retornó en abril, afectó principalmente al sector productivo más que a las localidades, según el análisis del ministro de Infraestructura, quien recordó que los 1500 evacuados en la provincia son todos residentes en localidades a la vera del río Paraná.