El inicio del ciclo lectivo es motivo de festejo, desde hace años, para los estudiantes que finalizan el cursado de la escuela secundaria. Desde temprano en el primer día de clase, los jóvenes de quinto año vagan por las calles rosarinas tirando papelitos y haciendo ruido para demostrar su felicidad: es su último "primer día" de secundaria.

Sin embargo, la celebración muchas veces produce conflictos con los vecinos que se ven afectados por los ruidos y las pintadas que generan los estudiantes.

En la madrugada de este lunes, personal de la Brigada Motorizada  de la policía detuvo a un muchacho de 17 años que llevaba en una mochila cinco bombas de estruendo con mortero y un aerosol de pintura color azul. El joven fue trasladado a la seccional segunda, según informaron fuentes policiales.

El personal policial acudió a la intersección de las calles bulevar Oroño y Rioja, alertado por el llamado de un vecino al 911, quien había denunciado que un grupo de jóvenes se encontraban ocasionando disturbios, realizando pintadas y arrojando bombas de estruendos sobre el frente del Colegio Maristas (ubicado en Oroño 770). 

Al llegar al lugar y observar pintadas realizadas en color azul y rojo sobre el frente de la institución educativa, los uniformados detuvieron a un joven que fue sañalado por un testigo como causante de las pintadas.