Llega el calor y el menú por excelencia pasa a ser un sandwich o alguna ensalada que se encuentra de camino al trabajo, al río o al parque. Pero, justamente, alimentos preparados como empanadas o tartas que se exhiben a temperatura ambiente no son recomendables para consumir, en especial en verano, debido a que el calor provoca un aumento en la proliferación de virus y bacterias.

"Hay productos como sandwich o tartas que tienen quesos, los que durante el verano requieren refrigeración porque a determinadas temperaturas se generan ambientes propicios para la proliferación de virus y bacterias y uno desconoce el tiempo que el producto se encuentra exhibido en un local", aseguró la licenciada Micaela Cusato, del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.

Además, Cusato recomendó que a la hora de comprar alimentos "se verifique que el local se encuentre debidamente habilitado, que quien expende o manipula el alimento cuente con los elementos correspondientes (guantes, cofia), y que la misma persona que sirve la comida no maneje el dinero".

"El 50 por ciento de las intoxicaciones se dan en el hogar, por eso es importante conocer también cuáles son las medidas en casa para una seguridad alimentaria", indicó la experta, quien destacó como fundamental la higiene. "Esto implica desde el lavado correcto de manos hasta la correcta limpieza de las superficies donde se cocina y de los utensilios", remarcó.

"La contaminación cruzada es muy frecuente y sucede cuando los virus y bacterias de los alimentos crudos traspasan a los ya cocidos, esto puede pasar porque no nos lavamos bien las manos o bien porque usamos el mismo cuchillo para cortar una alimento y otro", describió.

En el mismo sentido, Tomas Schonamsgruber, responsable de la Dirección General Higiene y Seguridad Alimentaria (Dghsa) de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) porteña, sostuvo que "lo ideal es consumir alimentos que estén refrigerados, a menos de 5 grados o a más de 65 grados, es decir, cocidos y recién salidos de la cocción".

El funcionario sostuvo que "quienes trabajamos en seguridad alimentaria decimos que cuanto mayor es la manipulación mayor es el riesgo de contaminación; y, aunque parezca un alimento sencillo, un sandwich de miga tiene muchos pasos y contiene materias primas como la mayonesa o los fiambres que pueden generar bacterias con facilidad".