Todo concluye al fin, cantaba Willy Quiroga en Vox Dei. Como el simpático emprendimiento comercial que habían montado en Barcelona Antonela Roccuzzo y Sofía Balbi, esposas de Lionel Messi y de Luis Suárez, respectivamente.

Ambas, esposas de los astros del fútbol y amigas como entre sí, tanto como ellos, habían tomado en 2017 una franquicia de Ricky Sarkany para abrir un local en la perla del Mediterráneo. Pero los negocios no funcionaron como esperaban y esta semana decidieron que a fin de mes cerrarán la boutique. Con los zapatos a otra parte.

Era la única vidriera Sarkany en Europa, pero igual no funcionó. Cerrarán este 31 de marzo por las cuantiosas pérdidas acumuladas. Tal vez Lío y Lucho se cansaron de poner la billetera.

Un diario local marcó que en el año de la apertura, ese comercio facturó por 244.574 euros, pero el balance le dio pérdidas por 154.000 euros.

El diseñador y empresario argentino confirmó en las últimas horas que el local barcelonés cierra sus puertas. Adiós a la firma RoccBal 109, alusión al apellido de ambas socias y a los números que sus esposos visten en sus camisetas del Barcelona Fc.