La información sacudió la vida institucional del club del Parque Independencia: el Gobierno y la AFA analizarían usar a Newell’s como conejillo de indias para experimentar el ingreso de inversores a los clubes, bajo el proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas. Tras el fuerte rechazo de dirigentes opositores, la comisión directiva leprosa se expresó en contra de esa posibilidad: “No hay posibilidades de que la idea de las Sociedades Anónimas Deportivas encuentre tierra fértil en Newell's Old Boys”, afirmaron.

“En absoluto estaría en línea con lo que el socio de Newell's tiene como concepción y como parte de su identidad”, señaló el comunicado de la CD leprosa, para la que las Sociedades Anónimas Deportivas “entrarían al escenario de nuestro fútbol desvirtuando su esencia”. “Creemos que los clubes, como el nuestro, son organizaciones con rasgos únicos, comunidades que tienen su propia historia, su forma de sentir la vida y con procesos internos que regulan el desarrollo institucional. Que, además, cumplen con un rol de contención e inclusión social imprescindible para estos tiempos. Nada tienen que ver con la vida de una empresa”, afirman.

“El origen del Club Atlético Newell's Old Boys tiene misma la nobleza que la mayoría de las instituciones que presentan equipos en las ligas argentinas de fútbol. Es una organización democrática, regida por un estatuto que define procesos para que sea gobernado por los representantes de los socios, para que las decisiones que se toman tengan el interés común y de la entidad”, señala el comunicado. 

En ese sentido, advierten que “desde esa concepción no existe espacio alguno para se que modifique el objetivo que define las forma de proceder. No hay posibilidades de que el interés de un inversor esté por arriba de los intereses comunes del club y de sus socios. No hay lugar para que el beneficio individual esté por sobre el colectivo de los socios”.

Según las versiones, la AFA y el Gobierno pensaron en Newell’s como experimento para el proyecto de SAD por su delicada situación económica. Por eso, desde la institución advirtieron que “aunque puedan surgir problemas, es a través de ellos mismos la forma de encontrar las soluciones. Nunca en la entrega de sus intereses a terceros”.

“Los promotores del proyecto pueden argumentar cuestiones económicas, momentos de crisis institucionales devenidos de altibajos financieros y algunos otros aspectos que solo tienen el eje en las cuentas, como si ello fuera lo principal en un club. Es obvio que tiene importancia, pero no es suficiente como para cambiar la historia institucional. Transformar los valores de su comunidad. Y mucho menos, para anteponer el beneficio económico de terceros por sobre el de los socios”, cerraron.