Los casos de alcoholemia positiva entre los conductores rosarinos se redujeron durante 2017, según cifras de la Secretaría de Control y Convivencia del municipio, desde donde adjudicaron esta novedad a “un incremento considerable de controles preventivos llevados a cabo diariamente”. 

Entre enero y noviembre de este año, se registró un 5.73% de casos positivos (donde hay un registro de 0.50 gramos de alcohol en sangre como mínimo) sobre el total de las intervenciones,lo que implica una baja respecto al mismo lapso pero de 2016, cuando el porcentaje alcanzó el 6.8%.

Además, las cifras en baja se dan en un contexto de mayor cantidad de controles en las calles de la ciudad. Mientras que en 2016 se hicieron un total de 27.000 tests, en lo que va de este año la cifra asciende a 31.097.

“Podemos sostener que hay una baja en la cantidad de conductores que salen a manejar habiendo bebido alcohol al tiempo que, desde la Municipalidad de Rosario, se sumaron más intervenciones viales destinadas a desalentar y sancionar esta conducta”, sostuvo el secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrín. 

Asimismo, el funcionario consideró que el retroceso en las cifras de conductores alcoholizados no sólo tienen su razón en el control sostenido de parte de la Municipalidad sino también al trabajo de sensibilización y concientización que promueve una conducta responsable al volante en la población. “Cada vez más son los ciudadanos que adoptan medidas de seguridad y respetan las normas de tránsito en una clara actitud de convivencia”, destacó.

Este año, las intervenciones se completaron con la incorporación de los controles de narcolemia. A pocos días de terminar 2017, los números oficiales indican que se realizaron 361 pruebas, que arrojaron 145 resultados positivos, de los cuales 40 fueron de conductores radicados fuera de Rosario.

Los controles son llevados adelante por agentes de la Dirección General de Tránsito y la Dirección General de Fiscalización de Transporte de la Secretaría de Control y Convivencia municipal, en colaboración con personal de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe. 

La merma de los controles positivos de alcoholemia tiene un correlato en el sistema de salud pública, sobre todo en lo referente al presupuesto, señalaron desde el municipio. En ese sentido, aseguraron que en los últimos 6 años cayó en un 43% el número de accidentados que fueron asistidos en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

En tanto, en 2016 se registró la tasa más baja de accidentes de tránsito de los últimos 5 años. Esta situación tiene eco en el Sistema Integrado de Denuncias de Accidentes de Tránsito (Sideat), que dio cuenta de una baja en los choques sin lesionados: mientras que en 2016 hubo 29.499 accidentes, hasta noviembre de 2017 se registraron 24.665.

Cabe destacar que en noviembre pasado, al igual que lo medido en meses anteriores, se registró que la mayoría de los choques se dan en los horarios comprendidos entre las 11 y las 13 y entre las 17 y las 19, siendo los viernes y lunes, respectivamente, los días de mayor ocurrencia. Las esquinas donde más accidentes se producen son las de avenida Pellegrini y bulevar Oroño,  Bv. Avellaneda y Av. Carballo y Bv. Avellaneda y Santa Fe.