Adriana Torres es rosarina, pero hace veinte años se mudó a Timbúes, al grupo de cabañas La Olla, del que es su titular. Se trata del emprendimiento familiar que fundó su papá y que espera reabrir después de pasar ocho meses cerrado por la pandemia. Hay muchos colegas suyos que están en la misma situación e integran la Asociación de Cabañeros de Santa Fe, que nuclea a unos cien complejos a nivel provincial. Y que después de haber visto las imágenes del fin de semana en las islas frente a Rosario, con cientos de personas todas sin distanciamiento, plantean que la oferta turística que ofrecen sería una buena opción para los fines de semana de calor que se vienen en lo que resta de noviembre y para este verano en el que -todo indica- habrá que aprender a convivir con el virus. 

“Nos preparamos todo el año para poder reabrir con protocolos sanitarios. Estamos desde marzo sin funcionar y a veces no entendemos por qué puede trabajar un bar de 20 metros cuadrados, pero no un espacio al aire libre como los nuestros. Venimos armando con las autoridades provinciales en lo que se llama ‘turismo burbuja’, porque el pasajero sube a su auto y cuando llega acá está todo protocolizado, desde la forma en que se sirven los desayunos hasta la distancia en la pileta”, le dijo Torres a Rosarioplus.com

Al respecto, el Secretario de Turismo de la provincia, Alejandro Grandinetti, señaló: “En este año tan duro hemos tenido un diálogo permanente con hoteleros, cabañeros y los campings. Creamos el programa Santa Fe Plus para brindar toda una gama de opciones este verano, si la pandemia lo permite. Tengamos en cuenta que no es fácil el contexto, que en nuestra provincia se dio este último tiempo un pico de contagios Covid. No obstante, en vinculación con el sector privado, pudimos diseñar un protocolo que se tomó como modelo a nivel nacional”. 

La última semana, el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, estuvo en Rosario. Y tras una reunión con Grandinetti y el gobernador Omar Perotti, anunciaron obras para mejorar la infraestructura turística de varias regiones santafesinas para el próximo verano.    

Timbúes, Andino, La Ribera y Maciel están a menos de una hora en auto desde Rosario. Y de acuerdo a los protocolos acordados para cuando vuelvan a la actividad, las personas que lleguen a este tipo de cabañas, no tomarían contacto con la localidad en la que están ubicados los complejos, para garantizar el menor riesgo sanitario.

“Esperamos poder reabrir lo antes posible, ahora parece que sería en diciembre. Se había mencionado el fin de semana largo del 20 de noviembre, pero se decidió que todavía no. Y vale la pena recordar que en marzo, si no está todavía la vacuna, es posible que pase lo que vemos en Europa, que haya que volver a cerrar todo porque suban de nuevo los contagios. Hemos hecho todas las inversiones para estar en regla. Y no es sólo el aire libre, sino que el compromiso asumido es también el de trabajar al 50 por ciento de nuestra capacidad. Creemos que podemos ser un buen agente controlador de que no haya contagios, ofreciendo lugares ideales para garantizar el distanciamiento, en contacto con la naturaleza”, agregó Torres. 

Desde la Asociación de Cabañeros denunciaron además que hay complejos que en estas semanas abrieron sin autorización. “Tenemos paciencia y buen diálogo con las autoridades, hicimos de manera formal. Da bronca ver que algunos están haciendo las cosas por izquierda. Eso fue lo que reclamamos hace varias semanas en la capital provincial”.

Los dueños de los campings plantean un problema similar. El titular de Pura Vida, en Sauce Viejo, explicó a este medio: "Lo que vemos que pasó en Rosario este fin de semana, es lo mismo que nos viene pasando pasa a nosotros. Se organizan fiestas en los bancos de arena sobre el río Coronda sin que Prefectura haga nada. Y eso no sólo nos afecta a nosotros, que tenemos predios grandes y podemos funcionar con protocolos, sino que también genera que trabajen menos los supermercados de la zona. Reconocemos que hay diálogo, aunque esperamos que lo antes posible puedan salir las habilitaciones. Creo que problema es que Nación puso la vara alta, porque aplica las mismas normas para una localidad como Cayastá que para San Martín de los Andes o Carlos Paz. Y nosotros recibimos gente de acá de la zona, de localidades vecinas".