En el Hospital Provincial de Rosario, el equipo interdisciplinario de psicología, trabajo social y psiquiatría gestó un protocolo para que los familiares de pacientes terminales con Covid 19 puedan despedirse. En tanto, según revelaron desde SIPRUS, en 15 días se realizaron 15 acompañamientos.

El denominado Protocolo SUD (pacientes en situación de últimos días) está sostenido y acompañado por los servicios médicos y de enfermería. La iniciativa de los trabajadores apunta a “humanizar la situación crítica que vivimos, devolviendo fuerza a los lazos para que puedan ceder ante la elaboración del duelo”.

“Desde marzo empezamos a estudiar diferentes protocolos y experiencias que se venían haciendo en otros lugares del mundo, dependiendo de la situación que íbamos atravesando en torno a evolución de la pandemia. Primero con pocos pacientes y mucha incertidumbre, acompañando a los médicos en el desgaste propio de la espera",  contó Cintia Gambuti, psicóloga integrante del equipo.

Y agregó: "Después, con el aluvión de casos y muchos decesos. Fue cuando nos preguntamos qué recursos había para el acompañamiento en esas situaciones”.

Los propios trabajadores armaron el protocolo que se sumó a las sugerencias del Ministerio de Salud de la Nación para el acompañamiento en situación de últimos días. En tanto, insisten en destacar el trabajo de médicos y enfermeros “porque sin ellos esto es imposible de sostener en las salas de internación”.

El protocolo

El mecanismo, consiste en que cuando el equipo médico detecta un paciente en situación crítica, se lo comunica a los familiares y les ofrece la posibilidad de realizar una visita.

“Nosotras, desde el equipo de salud mental, nos comunicamos y explicamos las condiciones, los riesgos, vemos si están preparados. Se los cita en un día y horario urgente, se los recibe con asistencia de enfermería colocando los elementos de protección personal, se firma un consentimiento informado por ingresar a zona de circulación de virus y así pueden despedir a su familiar”, detalló Gambuti.

La iniciativa tuvo un impacto muy fuerte: en 15 días se realizaron 15 acompañamientos. Pero no fueron sólo para personas en sus últimos instantes vitales, sino también para aquellas con situaciones excepcionales. Por ejemplo, la habilitación de una visita para informar el fallecimiento del padre de un infectado.

Consultada sobre la importancia de aplicar este dispositivo, la psicóloga consideró que se apunta a “humanizar la situación crítica que vivimos, devolviendo fuerza a los lazos para que puedan ceder ante la elaboración del duelo. Ahora trabajamos con la posibilidad que los pacientes puedan hacer video llamadas con sus familiares. Contamos con mucha disposición de todo el personal del hospital para esto”.

Y definió: “Es demostrar que podemos pensarnos empáticamente en esta situación. Hay que seguir priorizando lo humano en pandemia”.