Las autoridades del Nivel Primario de la Escuela Gurruchaga y un grupo de padres de la misma quieren el regreso a la presencialidad plena de todos los cursos de la institución desde la próxima semana. En este sentido reclamaron el viernes a las autoridades del Ministerio de Educación que se admita su pedido, garantizando de los protocolos autorizados por el Consejo Federal de Educación.

En una misiva que circuló públicamente, aseguraron: “Luego de hacer las mediciones pertinentes, se verificó que los salones de la Gurruchaga y su nivel de matrícula, permitirían funcionar bajo el esquema denominado como ‘admisible’, que es una de las tres categorías definidas por las autoridades educativas a nivel nacional. Un protocolo que fue acompañado por el Ministerio de Educación de Santa Fe, a través de su titular, Adriana Cantero”.

En este sentido, señalaron que durante la semana que pasó la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, planteó que desde su cartera se aprueba el regreso a clases presenciales con protocolos ya que la situación sanitaria presenta un panorama mucho mejor que el que existía hace un mes. "El 40 por ciento de la población total de la provincia de Santa Fe ya está vacunada con dos dosis. Hay mucho control y los números permiten volver a esta presencialidad cuidada", señalaba Martorano en conferencia de prensa el pasado viernes.

En la carta pública de autoridades y padres del primario señalaron que “en la Secundaria de la Gurru, la situación es parecida”. Y describieron: “Después de haber arrancado con un esquema de cuatro burbujas por cada curso, que significó en los hechos una presencia de sólo una semana al mes para cada alumno hasta las vacaciones de invierno, el regreso a la presencialidad plena tampoco tuvo lugar, al menos por ahora. El detalle es que desde la escuela se informó que si se iba a regresar a un  esquema de presencialidad completa, pero eso nunca llegó a ocurrir ya que la propia escuela se desdijo en menos de 24 horas argumentando no ya problemas sanitarios, sino falta de mobiliario".

Otro tema que preocupa a padres y madres es la prohibición, al menos hasta la semana pasada, de que los chicos pudieran quedarse dentro de las instalaciones de la escuela durante la pausa del mediodia, que es algo que se hizo históricamente. Si bien la Gurruchaga tiene un enorme patio, en el que la ventilación es el menor de los problemas, los alumnos deben abandonar el edificio y volver a cursar a la tarde, ya que la escuela tiene doble turno. “Esto genera un sinfin de complicaciones a alumnos y familias, que van desde un gasto en transporte -que se duplica para aquellos chicos que vuelven a sus casas- a situaciones de peligro, al quedarse muchos alumnos deambulando por la plaza De las Américas o las calles, donde tienen que resolver su almuerzo sin poder higienizarse”, finaliza la misiva.