El siglo XXI nos depara como carteros a los robóticos avioncitos no tripulados, los drones. Lejos del romanticismo del señor que recorría las calles de la ciudad en bicicleta repartiendo la correspondencia, el 2015 al parecer echará por tierra estas imágenes que inspiraron el clásico del cine italiano, Il Postino.

El punto es que la agencia que regula la actividad de la aviación civil y comercial de los Estados Unidos autorizó a la empresa Amazon a realizar vuelos experimentales con drones repartidores, confinados a terrenos rurales privados en el estado de Washington.

Los drones, dispositivos aéreos no tripulados, se utilizarán para hacer pequeños envíos a domicilio en una zona de escasa densidad poblacional y en un radio de 16 kilómetros.

Los especialistas evalúan la autorización estadounidense como un paso limitado, pero importante.

Si bien esta primera autorización se refiere a un modelo muy particular, cada vez que se incorpore otra aeronave Amazon deberá pedir el permiso correspondiente para su uso en vuelo.

Los vuelos de prueba de los drones deberán realizarse en terrenos rurales y en ningún caso podrán superar los 120 metros de altura en "condiciones meteorológicas de visibilidad", según las reglas fijadas por la agencia de la aviación estadounidense.

Los vuelos de prueba de los drones de Amazon no sólo servirán para perfeccionar la nueva tecnología de fletes, sino también para entrenar a los pilotos (a distancia), quienes deberán contar con el brevete profesional.

La empresa de la ciudad de Seattle, Washington, tiene en claro que, por ahora, el dron de prueba deberá estar siempre a la vista del operador, otro de los límites impuestos por la agencia de aviación norteamericana.