No hace falta estar vivo para generar dinero. Eso sí, más vale haber sido muy bueno en algo durante la vida para que esto pase. Sucede, por ejemplo, con Michael Jackson, que vuelve a liderar por quinta vez en siete años la lista de la Revista Forbes que enumera las celebridades muertas más rentables del año.

Es que el rey del pop falleció hace ya algo más de seis años, pero los derechos por su música y sus espectáculos siguen generando cantidades ingentes de dinero. En concreto, la familia del cantante, heredera de su fortuna, ingresó el último año un total de 115 millones de dólares.

En segundo lugar de los más ricos del cementerio se sitúa otro rey, en este caso del rock. Elvis Presley, fallecido en 1977, posee una fortuna que este año aumentó en 55 millones de la moneda estadounidense.

El último escalón del podio es, sorpresivamente, para el creador del personaje Snoopy, el caricaturista Charles Schulz, fallecido en 2000. En el 2014, el creador del perrito más tierno levantó nada más y nada menos que 40 millones.

Los siguientes artistas más rentables después de haber muerto son el cantante jamaiquino de reggae Bob Marley, con 21 millones, seguido de cerca por las actrices Elizabeth Taylor con 20 millones y Marilyn Monroe con 17 millones.

Las 13 celebridades más exitosas después de morir que completan la lista son: John Lennon con 12 millones, Albert Einstein con 11 millones,  Paul Walker con 10,5 millones, la modelo de la década de los cincuenta Bettie Page con 10 millones, el autor Theodor Geisel con 9,5 millones, y los actores Steve McQueen con 9 millones y James Dean con 8,5 millones.

Para poder realizar esta lista anual, Forbes tuvo en cuenta los ingresos brutos desde octubre de 2014 por ventas de discos, derechos de autor y otros beneficios.