Es una tarde gélida en Rosario.  Un grupo de veinte pibes se reúnen en el Anfiteatro Municipal.  A pesar del frío su ropaje es liviano, un híbrido entre atuendo deportivo y ropa urbana, muy urbana. Los pibes se apropian de la ciudad y sus rincones a los saltos, haciendo lo que saben hacer como expresión de libertad. Van a practicar parkour.

Nahuel Arancón es el anfitrión. Y es quien toma la posta en la #Selfistory de RosarioPlus.com. Hace siete años que Nahuel entrena un grupo de entre 20 y 25 personas en el Club Echesortu y ahora, además de saltar por el aire y desafiar la gravedad, quiere hablar. Contar los detalles de esta práctica que muchos consideran como extrema.

Luego del accidente de Jonathan en el Parque España, Nahuel considera que es necesario tomar recaudos.  En dialogo con Rosarioplus.com, aseguró tras el accidente que aquellos que lo practiquen de forma independiente “tomen más recaudos”.  “El peligro lo maneja cada uno”. 

La palabra francesa parcour significa ‘recorrido’ en español. Es el término más aceptado para nombrar la disciplina de los saltos urbanos. En su origen, el grupo Yamakasi, llamaba a este movimiento “El arte del desplazamiento”. La historia de la práctica comenzó a finales de los 80 en Lisses, en las afueras de París, cuando unos jóvenes transformaron en algo más urbano y lúdico la esencia de un entrenamiento militar. 

Y ahora, los muchachos rosarinos, se suman a la #Selfistory, para contarnos en primera persona, los detalles de esta práctica Made in Rosario.