Verónica Lozano tenía planeado tomarse dos semanas de vacaciones junto a su familia a los Estados Unidos, pero que se extendió tras un accidente en un centro de esquí de Aspen (Colorado) al caer de siete metros desde una aerosilla.

Por esa caída se fracturó ambos pies y debió ser operada por lo que desde entonces permanece en silla de ruedas. Recién dentro de un mes podrá empezar a pisar. “Va a ser como si tuviera que aprender a caminar otra vez”, lamentó.

“¡Hola a todos y a todas!”, saludó a sus compañeros y se escuchó que los trabajadores que estaban en el estudio celebraron su regreso. Todo el recibimiento fue emoción. “Eso ayuda un montón”, dijo.

“El mundo de la discapacidad es un mundo nuevo que estoy descubriendo y que abrazo a todos y a todas también. Es sorprendente también como los demás se autolimitan en el cuidado”, dijo desde el sillón en el que permaneció sentada y con zapatillas puestas.  

“Empezás a valorar cosas que antes las hacías automatizadas, que antes, egoístamente, no pensaba. Como no entraba en mi universo, no lo tenía en cuenta”, dijo y contó que tuvo que readaptar su casa.