La Selección Argentina sacó chapa y se quedó con la primera final ante México. Los de Scaloni se impusieron 2 a 0 con dos golazos de Messi y de Enzo Fernández, respectivamente.

La primera etapa fue muy pareja, con poco análisis futbolístico por hacer, pero con un claro nerviosismo en ambos equipos, que no arriesgaron nada y se fueron en cero al entretiempo.

La Selección nacional la tuvo más pero no fue profundo en ningún momento. Al equipo le costó fluir, no encontró los espacios ni los caminos, y terminó sus ataques con desiciones apresuradas.

Los del Tata Martino, por su parte, mostraron un rendimiento muy flojo, dependiendo exclusivamente de una contra que domine Hirving Lozano, que no jugó su mejor partido.

Los cambios en el medio le dieron resultado defensivo al equipo, pero nulo en el ataque. La falta de un cinco con salida se hizo notar y fueron Messi y Di María los que muchas veces tuvieron que bajar más de lo normal.

En cambio, en la segunda etapa, la actitud fue otra. El equipo salió con otra cara, pero así y todo, el juego no terminaba de ser efectivo para romper el empate.

Por suerte, Scaloni hizo los cambios a tiempo y todo fue diferente. Enzo Fernández ingresó para darle claridad al juego y Julián para presionar a todos arriba.

Cuando nada pasaba y el equipo se acomodaba, Di María lo encontró a Messi en zona de remate y el Diez no lo dudó: zurdazo y a cobrar. 1 a 0.

La aparición de La Pulga le dio otro tinte al equipo y al partido en general. Después de ahí, todo fue mucho más claro y conciso para los de Scaloni, que se sacaron la mufa.

La Selección se mostró superior, el DT cambio las piezas para ser más defensivo y equilibrado, y las cosas salieron.

Cuando el equipo más sufría aguantando el resultado, Enzo Fernández se sacó un obra de arte de la galera, la colgó en el ángulo, y generó la demencia de los hinchas. 2 a 0, merecido.

El equipo finalmente respondió. Le costó, pero hizo lo que tenía que hacer, recuperó buenas sensaciones, y ahora irá por Polonia en busca de la clasificación.