El Concejo aprobó en su última sesión extraordinaria virtual un programa para que las pequeñas industrias y comercios de la ciudad se puedan adaptar al nuevo mercado post pandemia, que al parecer trajo de lleno la digitalización para quedarse. El encierro obligatorio por la cuarentena generó que cada vez sea mayor la compra de manera virtual.

En un mundo digitalizado y comandado desde los teléfonos celulares, portales web y servicios de telecomunicaciones, si un producto no se encuentra en Google, no existe. De esa forma, si una empresa no tiene presencia en Internet, pierde sus ventas cada día que pasa, a pesar de que en Rosario todavía son muchos los comercios, empresas y pequeñas industrias que permanecen con la venta al público en los locales y en persona.

Bajo el nombre de Plan de Adaptación Digital (PAD Pymes), el Estado local buscará vehiculizar la inclusión hacia los retos digitales actuales, como mejores canales de comunicación como aplicaciones móviles, venta a través de marketplaces y redes sociales, y sumarse si quisieran a la propuesta municipal Vidrieras en Red.

Promovido por el concejal de CREO Fabrizio Fiatti, el proyecto propone que cada empresa que requiera hacer el “salto hacia lo digital o la industria 4.0” contará con asesoría de profesionales, nuevas redes de vinculación, para evaluar esfuerzos y costos necesarios para llevar a cabo la transformación digital a un mediano plazo.

Será la Dirección General de Competitividad Pyme de la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo municipal la encargada de nutrir a las MiPyMEs de herramientas que les permitan potenciar su trabajo a pesar del aislamiento obligatorio, así como después al salir paulatinamente de él.

El concejal Fiatti, explicó que “se trata de un plan de competitividad para que empresas, comercios e industrias de Rosario se fortalezcan en el desarrollo tecnológico, en un mercado regional con nuevas demandas de formas virtuales de sus productos tras el cambio cultural que está dejando la cuarentena: un proceso de digitalización con nuevos modelos de relación con clientes, proveedores y socios”.

Los flujos productivos fueron afectados por el parate que generó la pandemia, cambiaron las cadenas de valores, y se comienza a observar una oportunidad en la nueva regionalización de los mercados, en la sustitución de las importaciones por mercados aún cerrados y una mayor demanda virtual desde la distancia social.

Antes de transitar por esta etapa de aislamiento social preventivo y obligatorio consecuencia de la Pandemia COVID-19, la economía recesiva ya complicaba la permanencia de las micro y medianas empresas. Por aquel entonces sólo el 23 por ciento de éstas realizaba ventas a través de algún marketplace, el 60% utilizaba mensajería o chat para comunicaciones, y el 68% tenía una página web o presencia en las redes sociales.