Ya no tienen utilidad, sin embargo siguen firmes ahí, estoicos ante el paso del tiempo o la falta de respeto de algún que otro vándalo. Son los buzones de correo que todavía existen en la ciudad y que, a pesar de no alojar más en su vientre cartas, postales o encomiendas, forman parte del paisaje urbano.

Con la intención de que permanezcan allí por mucho tiempo más, y sobre todo en óptimas condiciones, el Concejo aprobó este jueves un proyecto que insta al municipio a catalogarlos como Patrimonio Histórico de la Ciudad, y se destine un presupuesto para su mantenimiento, cuidado y seguridad.   

El pedido surgió por parte de Basta de Demoliciones, un grupo de rosarinos preocupados y ocupados por la preservación del patrimonio arquitectónico y el mobiliario urbano de la ciudad. “El objetivo fundamental de Basta de Demoliciones, es la búsqueda, el rescate fotográfico, la investigación y la difusión de aquellos edificios y manifestaciones, con valor histórico, para que no se borren sus huellas y puedan integrarse y convivir a un tiempo, como forma de defender la identidad rosarina y el acervo cultural que integran nuestro patrimonio tangible e intangible”, señalaron.

El Concejo escuchó atento el pedido y finalmente decidió encomendarle al Ejecutivo municipal que, a través del área correspondiente, proceda a catalogar a los antiguos buzones de correo cilíndricos de fundición empotrados en la acera, como Patrimonio Histórico.

Antes, el municipio deberá encarar un trabajo de relevamiento que determine la cantidad exacta de buzones antiguos existentes en la ciudad y su ubicación.

En marzo de 2015 una pareja se robó el buzón de la esquina de Córdoba y Santiago, que se encontraba tirado en el piso por el mal estado de conservación que padecía. La policía logró recuperarlo, pero el insólito hecho puso en la palestra las condiciones en las que se encontraban los históricos recipientes del correo.