Si bien se aseguró que contaba con la habilitación correspondiente, un grupo de vecinos de la localidad de Gálvez se enojó por una despedida de año que se realizó en el Club Ceci, con catering y 35 invitado. Participaron funcionarios y entre ellos estaba el propio intendente Mario Fissore.

Al salir del lugar los festejantes se encontraron con un grupo de jóvenes que repudió el convite por hacerse en el marco de la pandemia, y dos días después de un comunicado emitido por los empleados de la salud de aquella ciudad ante el ascenso de casos bajo el lema “no damos más” y pidiendo restricciones.

Ante las quejas en el momento de la salida, debió intervenir un patrullero con efectivos policiales para la integridad del intendente evitar una escalada de violencia.

El secretario de Gobierno Gustavo Parisi aclaró a portales galvenses que fueron a comer al bar habilitado del club "bajo todos los protocolos, en mesas separadas y respetando el horario de cierre para bares que es a la 1.30".

Al recibir el comunicado de la comunidad médica el propio Parisi había expresado: “Nos ocupa y preocupa esta situación. Entendemos a los trabajadores de la salud porque sabemos de la labor que están realizando desde marzo, es un trabajo de todos, todos somos responsables. Trataremos de trabajar en conjunto para alivianarle esta tarea titánica que están llevando adelante”.

Por su parte, el encargado del área de Salud y Desarrollo Social, Leandro Primón, había respondido a los médicos: "Nos hemos convertido en espectadores y no en actores en una situación donde cada uno debe tener un protagonismo, con los cuidados y protocolos. Es una cuestión educativa".