En épocas donde el hambre se multiplica entre los más vulnerables, aparecen los rosarinos solidarios que ponen en práctica la empatía en los momentos más difíciles. Un ejemplo es el de Claudia, que abrió un comedor para ayudar a sus vecinos de barrio Azcuenaga y cada vez son más los chicos y abuelos que asisten.

"Veíamos que en el barrio había mucha necesidad. Abrimos el lunes 13 de abril y eran nada más que trece chicos, después se fueron sumando por el boca a boca", contó a Rosarioplus.com la mujer de 46 años, que además de hacerse cargo del comedor, trabaja en una casa de familia todas las mañanas para alimentar a sus seis hijos y dos nietos.

Actualmente, asisten 38 papás y 60 chicos, a quienes se las ofrece el almuerzo martes, jueves y sábado, y los lunes la merienda. Claudia contó que gracias a la solidaridad de otros rosarinos consiguió una olla para cocinar e insumos como carne, leche, azúcar y hasta ropa. Sin embargo, necesita de las donaciones para que el merendero pueda continuar ayudando a tantos vecinos.

"Ahora también tenemos abuelos. Todos los días se suma alguien nuevo o una familia entera. Tratamos de darles a todos, no les preguntamos nada. Ellos solos vienen y te cuentan cómo viven", relató la mujer al tiempo que mencionó: "A los papás del barrio les digo que vengan, que si hay los vamos a ayudar. Son papás que hacen changas y mamás que trabajan en casas de familia".

El merendero funciona en Pasco y la vía, en barrio Azcuénaga. De cara al Día del Niño, se recolectan juguetes para chicos de todas las edades. Además, se reciben donaciones de leche y azúcar, lo indispensable para que diariamente reciban la copa de leche alrededor de 100 personas. Aquellos que quieran colaborar con Claudia se pueden comunicar al 3412706321.