Al menos 13 personas murieron debido al escape de gas de cloro registrado, este lunes, en el puerto jordano de Aqaba, en el mar Rojo.

Además, el accidente dejó más de 250 heridos, de los cuales 123 siguen hospitalizados. La mayoría de los supervivientes están siendo tratados por inhalar gas de cloro, que es un compuesto que tiene muchos usos industriales, pero también puede ser utilizado como arma química.

Este martes el puerto volvió a operar con normalidad, con la excepción de la cuarta dársena, que está siendo inspeccionada, informó el ministro del Interior, el general Mazen al Faraya.

"La situación en Aqaba está ahora bajo control", indicó el primer ministro Bisher al Jasawneh a la televisión estatal tras visitar el puerto en la noche del lunes.

La fuga se produjo cuando el cable que levantaba el tanque para cargarlo a un buque se cortó y éste se precipitó en el suelo del muelle, liberando el gas de color amarillo.

Una playa cercana, muy popular entre los turistas, fue evacuada tras el incidente del lunes y también las zonas residenciales adyacentes, pero más tarde se permitió el regreso de los habitantes a sus hogares.

Nidal al Majali, funcionario del Departamento de Turismo de Aqaba, dijo que la falta de viento el lunes ayudó a impedir que la nube de gas se propagara fuera del puerto.

Aqaba, uno de los principales puertos del mar Rojo, es el único puerto de Jordania, por donde transitan la mayoría de las importaciones y exportaciones del reino.

El gas de cloro tiene múltiples usos industriales, pero se hizo famoso por su utilización como arma química durante la Primera Guerra Mundial.