Este domingo se cumple un año de la desaparición de Alejandro Ponce, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el 2 de noviembre en aguas del Paraná. Su familia responsabiliza a efectivos policiales que lo habrían perseguido antes de que decidiera arrojarse al río. Junto a la Multisectorial contra la violencia institucional realizarán una jornada cultural en Italia y el río, en reclamo de que avance la causa que todavía no tiene imputados. La jornada arrancará a las 17 con espectáculos y números musicales.

Según el relato de Luis, el hermano de Alejandro, ambos se encontraban pescando en la bajada de calle Balcarce cuando tres policías, uno con el arma desenfundada, los increparon, acusandolos de haber asaltado a una pareja. Asustados, los hermanos se arrojaron al río y, según la denuncia, los uniformados comenzaron a arrojarles piedras.  Luis logró nadar hasta la orilla, fue detenido en la Comisaría 3º y liberado 24 horas después. Pero Alejandro no sabía nadar y se ahogó. El caso de Ponce se sumó a otras desapariciones de jóvenes cuyos cuerpos aparecieron también en el Paraná y donde se sospecha de la responsabilidad policial en los hechos, como los casos de Gerardo Pichón Escobar y Franco Casco.

Consultado por Rosarioplus.com sobre el estado de la causa, el defensor de la querella Guillermo Campana advirtió que “peligra su cierre, ya que el fiscal Miguel Moreno considera que Ponce se ahogó sólo”. Son ocho los efectivos policiales que estaban en el operativo: tres en la persecución y los otros que se acercaron en el momento en que los jóvenes se tiraron al río.

Si bien los ocho efectivos declararon, al momento no hay personas acusadas ni imputadas, a pesar de que “tres testigos coincidieron en sus declaraciones, que vieron cuando los policías arrojaron piedras e insultaron a los jóvenes desde la costa”.

A eso se suma, según indicó Campana, “una pericia forense deficiente, ya que el cuerpo encontrado tres días después presentaba golpes en la cabeza, como el propio informe de la PDI indicó”.