Ante una tormenta de viento y polvo que nubla la visibilidad y puede propiciar un siniestro vial de la gravedad del que ocurrió este lunes en la autopista Rosario - Córdoba, a la altura de Carcarañá, es necesario que toda persona al volante de un vehículo sepa la manera adecuada de comportarse en esa situación. 

Osvaldo Aymo, subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, dejó en Sí 98.9 algunos consejos para conducirse en esas circunstancias extremas y prevenir un choque en cadena como el que ocurrió.

El especialista aclaró que una tormenta de polvo sobre una traza vial como la referida no es lo mismo que una ruta con niebla.

Ante todo, detenerse antes de llegar a la zona de la visibilidad 0. Cuando el conductor divisa a la distancia la nube de polvo que atraviesa la ruta por la que transita debe procurar en ese instante aminorar la marcha y buscar un lugar lo más alejado posible de la cinta asfáltica para detenerse hasta que la tormenta pase y la visibilidad se despeje. 

Disminuir la velocidad es imprescindible, y conviene que lo hagan todos. No detenerse sobre la cinta asfáltica, pero sí transitar a baja velocidad y con las luces encendidas. “No es lo mismo impactar a 40 kilómetros por hora que a 100”, distinguió Aymo.

Otra aclaración pertinente es la señal lumínica de cada vehículo. Al aminorar la marcha es incorrecto encender las balizas. Esta señal es para los vehículos detenidos, no para los que están en marcha. “Si se circula, nunca poner baliza porque es mensaje de auto detenido. Pero una vez con el auto detenido lo más alejado posible de la cinta asfáltica, entonces sí encender la baliza”.

En resumen, al notar una tormenta de polvo, tierra o arena que nuble la visibilidad en ruta hay que…:

1- aminorar la velocidad, pero no detenerse y sostener las luces baja encendidas.

2- divisar un lugar seguro y abandonar la cinta asfáltica para detenerse en un lugar alejado de la misma.

3- encender la baliza con el vehículo detenido.

4- esperar a que pase la tormenta para reanudar el viaje.